Fred odiaba escribir. Pero adoraba haber
escrito. Hacía todo lo que se le ocurría para postergar el momento de sentarse
ante la máquina de escribir: le quitaba el polvo al escritorio, tocaba la
flauta, leía un rato, tocaba un poco más la flauta. Si vivíamos en un pueblo
en el que la correspondencia no se repartía, iba a buscarla al correo y
después encontraba a alguien con quien jugar uno - o dos o tres- partidas de
ajedrez o de naipes.
Cuando regresaba a casa, pensaba que era demasiado tarde para empezar. Después
de hacer lo mismo durante varios días, empezaba a remorderle la conciencia y se
sentaba realmente ante la máquina de escribir. Podía escribir una o dos
líneas, o algunas páginas. Pero los libros acababan por escribirse.
No fue un escritor prolífico. Su promedio diario era de tres páginas. A
veces, si un libro parecía escribirse a si mismo, escribía seis o siete
páginas diarias, pero eso era algo excepcional.
.Fred caminaba de una habitación a otra cuando urdía el
argumento. Puesto que los dos estábamos en casa buena parte del tiempo, tuvimos
el problema de que yo le hablaba mientras caminaba, y así interrumpía el hilo
de sus pensamientos. No le gustaba. Después de probar varias soluciones que no
dieron resultado, le aconsejé que se pusiera su gorra de algodón rojo cuando
no quería ser molestado. Poco después, le miraba automáticamente la cabeza
antes de abrir la boca.
Después de terminar un libro, generalmente hacíamos un viaje y el
tiempo de nuestra estancia dependía de nuestras circunstancias.
Llegaba un momento en que Fred se atascaba cuando imaginaba un argumento.
A pesar de sus caminatas, no llegaba a ningún sitio. Recuerdo que cuando
escribía uno de sus primeros libros le ocurrió algo semejante y pensó que tal
vez un viaje, por la noche y en autobús, podría ayudarle. No era persona que
se acostara temprano y pensó que después de que apagaran las luces del
autobús y todo estuviera en silencio, quizá podría concentrarse mejor. Se
llevó un lápiz linterna y un bloc. Estuvo afuera unos días y cuando regresó,
había resuelto el argumento.
............Hizo
muchos más viajes de ese tipo. Y yo siempre adivinaba cuándo estaba a punto de
declarar que se iba. No siempre había resuelto el argumento cuando volvía a
casa pero, en tal caso, había resuelto el argumento para su libro siguiente.
............La gran
decisión de la carrera de Fred fue dejar su trabajo de corrección de pruebas
para dedicarse totalmente a escribir. Pero su momento más feliz y estimulante
fue cuando ganó el Premio Edgar Allan Poe para Escritores de Obras de Misterio
de Estados Unidos por el mejor libro de misterio, con su The Fabulous
Clipjoint; fue el primogénito y siempre tuvo debilidad por él.
............Hasta
que tuvo varias obras publicadas, siguió escribiendo cuentos entre una y otra a
fin de tener un soporte en el que apoyarse durante el tiempo que llevaba
escribir un libro. Más tarde escribía un cuento o un corto bosquejo literario
sólo cuando tenía uno que sabía debía escribir.
............Durante
muchos años había deseado escribir The Office, pero sería un nuevo
campo para él pues se trataría de una novela pura. Sabía que sus obras de
misterio y ciencia ficción se vendían, pero ignoraba que ocurriría con una
novela pura de alguien nuevo en ese campo. Todavía no podía permitirse el lujo
de escribir una obra que tal vez no se vendiera. Pero finalmente la escribió. Y
se vendió.
............Durante
un tiempo intentó escribir para la televisión, pero llegó a la conclusión de
que no era para él y volvió a escribir libros. Ha publicado algunos cientos de
cuentos y veintiocho novelas.
............Aunque
todas las obras de Fred me han gustado, mi preferida de siempre es The
Screaming Mimi. Otras que me agradan especialmente son Here Comes a
Candle, The Lenient Best, The far Cry, His Name Was Death, y Night of the
Jabberwock.
............No soy
realmente admiradora de la ciencia ficción porque, en mi opinión, la mayoría
de las novelas de ciencia fición son demasiado técnicas. Pero las de Fred me
resultaron muy amenas. En este grupo, mis preferidas son The Lights in the
Sky Are stars y The Mind Thing. What Mad Universe es casi un clásico y una
de mis favoritas.
............Para
mí, sus colecciones son deliciosas.
...............©
ELIZABETH BROWN
Brown en Comic
Brown en las enciclopedias
..........Gran
Enciclopedia Larousse, Planeta,
Barcelona 1987. Tomo 4:
..........BROWN
(Fredric), escritor norteaméricano (Cincinnati 1906-Tucson 1972), autor de
novelas policíacas (El caso de la señora Murphy) y de ciencia ficción
(Universo de locos, 1948-1949; Extraños en la tierra).
..........Enciclopedia
de la Literatura Garzanti,
Ediciones B, Barcelona 1991:
..........Brown
Fredric (Cincinnati, Ohio, 1906-72) escritor estadounidense. Escribió
cuentos y novelas policíacas (La trampa fabulosa, The fabulous clipjoint, 1947)
o de ciencia ficción (Universo de locos, What a mad universe, 1948; El
vagabundo del espacio, Rogue in space, 1957) enriquecidas con un paradójico y
provocador sentido del humor.
Libros de Brown en Catalán
y en Euskera
........El
crit que venía de Lluny.
Trad. del inglés de María García Barris. 1ª ed. ED 62, 1995. 192 pag.(Seleccions
de la cua de palla; 153) En catalán. ISBN.- 84-297-3813-4
........Embranzida
fabulosa. Trad. del inglés
por Esther Roig. 1ª ed. ED 62, 1988. 176 pág. (Seleccions de la cua de palla;
83) En catalán. ISBN.- 84-297-2806-6
........Nit
diabolica. Trad. del inglés
por Manuel de Seabra. 1ª ed. ED 62, 1986. 176 pág. (Seleccions de la cua de
palla; 64) En catalán. ISBN.- 84-297-2534-2
.......Truqueu
tres, un, dos. Trad. del
inglés por Nuria Ribera Gorriz. 1ª ed. ED 62, 1990. 152 pág. ( seleccions de
la cua de palla; 98) En catalán. ISBN 84-297-3038-9
...... Martzianoak
kanpora. Trad. del inglés
por Elixabete Etxeberría. 1ª edición. ELKAR 1989, 216 pág. En euskera. ISBN.-
84-7529-761-7