Dahl, a modo de prólogo, nos advierte que este libro no es una
autobiografía y quién mejor que él para describir cual es el contenido
del mismo:
«Una autobiografía es un libro que
escribe una persona sobre su propia vida y por lo general está lleno de
tediosos pormenores de toda clase.
Esto no es una autobiografía. Yo nunca
escribiría una historia de mí mismo. Por otra parte, durante mis días
mozos en la escuela y nada más salir de ella me sucedieron unas cuantas
cosas que jamás he olvidado.
Ninguna de estas cosas es importante, pero
todas causaron en mí una impresión tan viva que ya nunca he sido capaz
de quitármelas de la cabeza. Cada una de ellas, tras un lapso de
cincuenta y a veces hata de sesenta años, ha permanecido bien grabada en
mi memoria.
No he tenido que esforzarme mucho por
recordarlas. Me ha bastado con espumarlas de la superficie de mi
conciencia y escribirlas.
Algunas son divertidas. Otras son
lastimosas. Las hay desagradables. Skupongo que a ello se debe el haberlas
evocado siempre tan a lo vivo. Todas son verdad.»
Esto es, pues en esencia, la trama de
"Boy", un conjunto de anécdotas que se leen como historias
independientes unas de otras, al mismo tiempo que están profusamente
ilustradas con fotos familiares del propio Dahl y con los simpáticos
dibujos de Quentin Blake.
“Cándido y
absolutamente convincente.” Time
Out acerca de Boy.
“Las autobiografías de Dahl, Boy y Volando
Solo, muestran a
un hombre cuya vida fue tan rica como sus obras. En ellas, describe los temas
centrales de su ficción: las injusticias y los castigos corporales de la vida
de internado, sus viajes por África y sus hazañas militares.” Junior
Education.
|