SEGUNDA BARBA
( Deuxième barbe )
Publicado en el Gil Blas, el 9 de diciembre de 1881

      ¡ La montaña de trabajo ha parido un ratón ! El embarazo de Figaro, que había dado a Francia las más risueñas esperanzas, no ha producido más.
      El triste barbero, en algunas líneas trazados a su manera, comienza por deplorar que « ciertos concursantes se lo hayan tomado demasiado cómodamente y le hayan enviado elucubraciones escritas, podría decirse, en una esquina de una mesa de un café, y que indican, por parte de los autores, una ingenuidad o una falta de genio extraordinaria. »
      ¡ Caramba !, los quinientos francos han tentado sin duda a algunos ciudadanos a retornar al relato. Tú no puedes sin embargo pedirles que se pongan guantes para escribirte, ¡ oh, barbero !
      Después esto: « Algunos artículos alegres por aquí y por allá, pero casi todos demasiado alegres y rayando en la pornografía.»
      ¡Cómo!  ¡ se han atrevido a enviar a la calle Drouot artículos pornográficos ! ¡ Oh !... De hecho comprendo, y la explicación es bien sencilla: ¡ fueron los caballeros y las damas de la Pequeña Correspondencia quién, a título de abonados y de colaboradores anónimos, se han creído autorizados a concursar ! Había que haberlos advertido de que no estaban admitidos, ¡ ingenuo comerciante !
      Luego todavía: « Nos ha parecido que los artículos enviados se desinteresaban demasiado, no solamente del acontecimiento y de la cuestión del día a día - lo que por otra parte convierte difícil la periodicidad del concurso - sino de la discusión de las ideas ambientales o de las personalidades descritas.» ¡ Ya ! ¿ Qué te había dicho ! ¡ Si me hubieses consultado, no habría dado ese paso de clérigo !
      Llegamos al artículo ganador, que, lo reconozco de buen grado, no es sin merito. Parece ser que es de un joven. Esto me asombra. Él siente lo antiguo, ¡ lo antiguo ! Tiene una especie de gracia de académico y, si se me lo hubiesen hecho leer sin nombrar al autor, se lo habría atribuido al Sr. Manuel, ese profesor, el futuro vencedor de Coppée y Sully Prudhomme, esos poetas.
      Sí, encuentro en su interior la manera bonachona propia de los Ouvriers, la remilgada sentímentalidad, la lágrima en el borde del ojo, allí Jenny la obrera poética casada con un patán. Yo les digo que se siente la Academia en plena nariz. El hombre ante su litro me ha recordado los dos sorprendentes versos del candidato a los laureles inmortales:

L'absinthe, ce poison couleur de vert-de-gris
Qui vous rend idiot sans qu'on soit jamais gris.

La absenta, ese veneno de color verde gris
Que os vuelve idiota sin que se sea nunca gris.

      Sin embargo el principio es bueno, con una vaga tendencia hacia la escuela moderna: « Ella sube aprisa, muy EMOCIONADA... eso no es nada, eso va a pasar.... eso le ha puesto un nudo en el estómago, sus piernas desfallecen. »
      Pero ¿ por que hablar de dragones ante la puerta del Instituto ? ¡ Se creería que se ha querido pasar un ruiseñor por el Imperio !
      Luego otros concursantes son nombrados, no conocidos a al menos insensiblemente apreciados. De donde yo concluyo que todos los hombres ya llegados, de talento demostrado y de reputación hecha, se han abstenido, tal y como lo había previsto. ¡ Qué fracaso, mi viejo ! No, verdaderamente, tu harías mejor en ir a golpear las puertas de los hombres de letras, cuyas direcciones tan bien conoces, que hacerles « psitt, psitt », desde tu ventana con un farolillo.
      Sin embargo, razonemos. Te había vaticinado seiscientos manuscritos, si no me equivoco, tu confiesas seiscientos manuscritos. He tenido buen ojo. Pues bien, no me hagas creer que sobre ese número no ha habido al menos quinientos superiores a los trabajos de Saint-Genest y de Ignotus.
      Pero eres astuto.  Teniendo los naipes, podías jugar. ¿ Y quién sabe ? si allí hubieses tenido uno bueno, verdaderamente bueno, ¿ nos lo habrías mostrado alegremente ? ¿ Habrías consentido que se dijese por el universo:  « El recién llegado tiene más talento que Ellos; ellos deben Apartarse ante él.» ?
      No, ¿ verdad ? Durmamos tranquilos. Ellos permanecerán siendo los primeros peñazos del mundo.

      P.D. Todavía un consejo. Si continúas este juego, vas a perder tantos abonados o lectores como ganes concursantes. A quinientos noventa y nueve por concurso, eso hace catorce mil trescientos setenta y seis al cabo del año.
      Piensa en ello.

9 de diciembre de 1881

Traducción de José M. Ramos González para http://www.iesxunqueira1.com/maupassant
Versión en francés: http://maupassant.free.fr/cadre.php?page=oeuvre