Un hombre casado, y de buena posición social , tiene una amante. La esposa de este hombre va a tener un amante. Y es el secreto presentimiento de ser traicionado lo que provocará de repente en el hombre volver su atención hacia su esposa.
El tema es simple; Maupassant se había dedicado sobre todo a describir a sus personajes, a establecer sus intenciones, a restituir en un estilo nervioso la atmósfera ficticia de esta sociedad.
Sallures, el hombre mundano, define el salón tal como a él le gustaría

 SALLURES : ... Algunos hombres de talento y algunas mujeres jóvenes, y no una multitud.
SEÑORA DE SALLURES :  Eso es imposible. No puede cerrarse la puerta.
JACQUES, el amigo de la Señora de Sallures : Sí, la buena sociedad hoy es una gran muchedumbre. Es un discurrir de personas a través de mil salones, cuyas puertas están muy abiertas.
SALLURES : ¿Es que ya no hay hombres divertidos ?
JACQUES : Sí, pero no en sociedad.
SALLURES : ¿Por qué ?
JACQUES : Porque siempre son interrumpidos y molestados por los idiotas.
SALLURES : Entonces excluyamos a los idiotas.
JACQUES : Imposible.
SALLURES : ¿Por qué ?
JACQUES : Porque ellos son la élite.
SALLURES : ¿Cómo la élite ?
JACQUES : Sí, la élite de la sociedad está formada por personas considerablemente honorables, admiradas, conocidas y tituladas, pero soberanamente aburridas, ignorantes y vanidosas, a las que resulta imposible no recibir.