Mi tío Jules y otros seres marginales
Estos
cuentos, escritos entre 1881 y 1889, bien pudieran ser trasladados a
nuestros días sin ningún tipo de recato. En estos tiempos de O.N.Gs.,
Organismos Internacionales y otros que pretendidamente propugnan paz y
solidaridad y que parecen ser no más que pobres intentos para paliar el
sufrimiento de los parias, hambrientos o desvalidos, a aquellos privados
de todo lo que tienen por las guerras o catástrofes naturales, los
informativos nos bombardean con las imágenes del sufrimiento humano. La
mayoría de nosotros, bajo una máscara de compasión, consideramos que
el problemas nos es ajeno y continuamos ante la mesa en la
confortabilidad de nuestro hogar. NOTA.- Los textos desde aquí vinculados, son producto de otras traducciones, independientes de las contenidas en el libro citado, por respeto a los legítimos derechos de traducción. Han sido realizadas especialmente para este sitio o bien establecidas a modo de enlaces, en ventanas independientes, a otras páginas web ajenas a este trabajo. |
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En una noche de primavera.- Una romántica noche entre dos jóvenes es el detonante para que su anciana tía haga resumen de lo que es y ha sido su vida: carente de amor e ignorada por los demás. |
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El ciego.-Su deformidad y ceguera son motivo de chanza y crueldad para los que lo rodean. |
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Un hijo.- Un burgués, con una reputación intachable, vuelve al lugar donde antaño había poseído a una joven por la fuerza. Fruto de aquella violación es un hijo deficiente cuya presencia llena de remordimientos al hombre. |
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La sillera.-La vida de una mujer llena de miseria y marginalidad subordinada a un amor no correspondido. |
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Minué.-Una pareja de ancianos rememoran, bailando un minué, sus tiempos de gloria |
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La reina Hortensia.-Una mujer solitaria, de vida vacía, mantiene una actitud despótica ante la vida. Moribunda, delira que es una buena esposa y dulce madre ante la sorpresa de sus parientes. |
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La madre de los monstruos.- Una campesina da a luz seres deformes obteniendo de ello pingües beneficios económicos. |
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Miss Harriet.- Una anciana se enamora con tal intensidad de un joven pintor bohemio que la fuerza de su pasión desencadena un trágico desenlace. |
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Mi tío Jules.- Un pariente emigrado a América aparece de pronto. Su situación es tan lamentable que los vínculos de la sangre quedan relegados al olvido. |
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Humilde drama.- El desgarrador testimonio de una madre que ve como su hijo se aleja de ella cuando de niño es internado en un colegio. |
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Camarero, ¡una caña!.-Una historia que bien podría ser autobiográfica: Un conde se pasa la vida en una cervecería. Nada la importa. Un trauma de infancia es la causa de su desidia e indolente existencia. |
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El collar.- Ella era un mujer a la que la naturaleza había dotado para ser bella y admirada. Cierto día, en una noche embriagada de felicidad, pierde un collar que una amiga le prestó para el evento. A partir de ese momento su vida queda hipotecada con un único objetivo: poder pagar la pérdida de la joya. |
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El pordiosero.-Cruda historia de un pedigüeño tullido que circunscribe su vida a una comarca reducida donde los lugareños acaban cansándose de él y lo hacen culpable de robo sin que su miseria sea un atenuante para sus actos. |
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Julie Romain.- Una anciana añora su pasado de éxitos rememorando los amores que la llenaron plenamente. |
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Campanilla.- La tía campanilla, en un acto heroico de juventud por amor, sufre una minusvalía que marcará toda su posterior vida. |
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El vagabundo.- El hombre, que arrojado a los caminos en busca de un trabajo que nunca encuentra, se ve obligado a cometer actos execrables cuando el hambre, inclemente, le atosiga. |
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Boitelle.- El color de la piel de su amada es una traba para obtener la obligatoria bendición de sus padres. |
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La máscara.- Era un seductor hasta que unas canas asoman en sus hermosos cabellos. A partir de ahí continúa su empeño en ser el conquistador de antaño. |