¿ En qué se ha convertido mi Bel Ami ?
En 1993 se celebrará el centenario de la muerte de Guy de
Maupassant. Sin duda este aniversario será conmemorado, como es costumbre, con
gran profusión de publicaciones, pero Hélèna y François Janvier han tenido una
idea más original: construir una réplica del yate del escritor.
En cambio, como no se conocía del Bel Ami más que las pocas menciones que su
propietario había consignado en su libro Sur l'eau, los dos investigadores
tuvieron que examinar minuciosamente los archivos náuticos de la época para
encontrar vestigios del barco y reunir los suficientes elementos a fin de
poder rehacer los planos con un margen de error limitado.
Ese trabajo permite hoy a Hélène y a François Janvier, sacar a la
luz la historia del Bel-Ami, precisando de entrada que se trata del primero
que tuvo con
ese nombre. Pues Maupassant tuvo un segundo yate llamado del mismo modo que será
objeto de una investigación posterior.
El barco del escritor, Bel-Ami, nació bajo la
buena estrella de
la literatura. Fue en efecto el novelista Paul Saunières quién lo ordenó
construir en los astilleros Texier e hijos de Argenteuil, a quiénes se debe
también el Lison, célebre clíper botado siete años antes. La botadura del futuro
Bel Ami - en su estreno se llamaba Flamberge, título de la última novela de su
propietario - tuvo lugar el 4 de octubre de 1881. Le Yacht, que informó a sus
lectores del evento, hablaba de un "clíper". Éste se distingue del Lison en la
envergadura ( 10,93 de eslora por 3,38 de manga, por 2 metros de profundidad ) y
las instalaciones son las de un yate de crucero veloz.
Un "salón" iluminado por "dos bujías suspendidas y
oscilantes, al
pie de los canapés que sirven de camas", acoge al propietario. En cuanto al
equipamiento, encuentra refugio en el sitio así descrito por Maupassant: "
Esa especie de nicho bajo, que el mástil atraviesa para llegar a engancharse en
la carlinga, está tan lleno de objetos diferentes y extraños que se diría una
guarida de rateros donde se ven suspendidos y en orden, a lo largo de los
compartimentos estancos, unos instrumentos de todas clases: sierras, hachas,
punzones, cuerdas y cacerolas; luego, sobre el suelo, entre las dos literas, un
balde, un horno, un barril..."
Esas instalaciones no impiden al yate ser también un
muy buen
velero de regatas. Sobre esta estructura, concebida para el Gran premio de Niza, se
encuentra la misma vela hipertrofiada que la del Lison. El Flamberge lleva
ni más ni menos que ¡ 172 metros cuadrados de tela ! Esta desmesurada
superficie de velamen exige evidentemente un lastre en consecuencia. Maupassant
anotará, con precisión técnica, que no es costumbre en él: " Llevaba en el fondo
de su larga quilla, a dos metros de profundidad, una barra de plomo de 1800 Kg
de lastre en su cala." ( En la época la deriva había sido suprimida).
Después de un movido viaje por el Mediterráneo,
el Flamberge compitió en Niza donde se disputaba el acontecimiento
náutico del año. Allí consiguió el primer premio de su clase en tiempo real y
compensado. Tendrá menos suerte después y Paul Saunières lo cederá al Club
Náutico de Niza que, a su vez, lo cede al conde Gabriele Delagrange. Éste lo
transforma en quillard y lo bautiza L'Audacieux. Pero los
resultados en regata son tan catastróficos, que el yate es confiado al astillero
Ardouin de Antibes, para una nueva reparación.
Fue allí cuando Guy de Maupassant lo encuentra, y
lo compra en octubre de 1886. El escritor siempre fue atraído por el agua, bien
tratándose del canal de la Mancha durante su infancia, del Sena, donde remaba
con pasión, o del Mediterráneo. Pero Bel Ami es el primer yate habitable
del escritor, quién aprecia su confort: "Navego en una vivienda alada que se
balancea, hermosa como un pájaro, pequeño como un nido, más suave que una hamaca
y que va errante por el agua, al capricho del viento, sin más."
Para maniobrar su Bel Ami - título de su
exitosa novela aparecida un año antes - Maupassant recluta a dos marinos
profesionales: Bernard, el patrón, y Raymond, el marinero. Y en esta compañía,
el escritor realiza un crucero por la costa, entre Menton y Saint-Tropez.
"Contrariamente a una idea establecida, escriben Héléne y François Janvier,
Maupassant no parece haberse detenido en Córcega y en Cerdeña (menos aún en el
norte de África) con ese barco, ni tampoco con el siguiente".
Luego de dos temporadas, el autor de Sur l'eau
se siente apretado a borde de su barco. En 1889, compra un yate de 15 metros y
vende su Bel Ami a Gaston Papin, un negociante de vinos de Burdeos. El
yate rebautizado Vent Debout, navega durante algún tiempo en Gironde,
antes de ser vendido, en 1895, a los señores Castaing, Dubert y Monnet, tres
regatistas de Libourne que vuelven a darle el nombre elegido por el escritor.
Diecinueve años después de su victoria en Niza,
Bel Ami consigue la medalla de plata en el gran premio de Royan. Pero ese
fue su último destello de gloria. A partir de ese momento el yate deportivo se
conformará con realizar apacibles cruceros familiares, antes de ser destruido en
1905.
El nieto de Charles Dubert, no conservó más que
algunas piezas del casco, pero también una fotografía, un plano del velamen y un
certificado de capacidad ( según la nueva regla impuesta en 1900). Esos
preciosos elementos, añadidos a un dibujo del pintor de marinas Riou, encontrado
en una vieja edición de Sur l'eau, han permitido elaborar el plano del
barco. De ahora en adelante solo queda encontrar un financiamiento para
construir la réplica.
Artículo obtenido de la revista Chasse-Marée nº
69. pag 49.
Traducido por José M. Ramos González para
http://www.iesxunqueira1.com/maupassant
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