Le Figaro, 5 de noviembre de 1897

 

Las obras de Guy de Maupassant van a ser traducidas en alemán, pero no por un traductor ocasional, sino por un escritor de gran valía, el barón Georges von Omptada.

En el prólogo que contiene el primer volumen, el traductor protesta contra la creencia bastante extendida de que los escritos de Maupassant son obscenos, y añade:

 

Esto me recuerda una historia: Un artista y un simplón se encuentran ante una estatua. El simplón exclama escandalizado: «¡Pero esta persona está desnuda!» El artista responde: «Fíjate, ¡no me había dado cuenta!» Un mundo les separaba en su modo de mirar.

Deseo que Maupassant sea mirado con la misma altura que aquella donde se encontraba como artista y de donde veía como artista.

 

Valía la pena señalar este juicio del escritor alemán sobre Guy de Maupassant.

 

 

Publicado en Le Figaro, el 5 de noviembre de 1897

Traducido por José M. Ramos González para

http://www.iesxunqueira1.com/maupassant