Le Figaro. Suplemento literario del domingo. 7 de enero de 1928

 

MAUPASSANT, FUENTE DE GABRIELE D’ANUNZIO

 

¿Guy de Maupassant, Gabriele d’Annunzio? No es habitual ver emparejar los nombres de este poeta exaltado y de aquel contador exacto y prosaico. Lucien Duplessy, en un interesante artículo del Mercure de France, no deja de analizar la profunda influencia que ha ejercido nuestro admirable contador sobre el gran italiano.

Gabriele d’Annunzio debutó en las letras a los diecinueve años, en 1882. Sus primeras obras – relatos – parecen más bien influidos por Baudelaire, Edgar Allan Poe y Flaubert. Pero, en 1886, la nota cambia bruscamente: el préstamo de Maupassant es manifiesto en la antología San Pantaleone que se compone de cuatro cuentos, y Lucien Duplessy realiza un curioso paralelismo entre Turlendano y Le Retour, por una parte, y La Mort de Candida y La Ficelle por otra. El tema es el mismo, el desarrollo semejante; finalmente el desenlace de l’Intrus estaría manifiestamente tomado en la Confession, relato del volumen que tiene por título Toine.

Pero hasta aquí se limita el uso que d’Annunzio ha hecho de las obras de Maupassant. Desde los veintinueve años acomete una serie de novelas, de concepción y factura tan personales que le valieron su justa gloria. No se debe exagerar la importancia de algunos pecados de juventud. Al principio, el gran italiano se había creído contador nato. Se equivocó y se dio cuenta pronto. Duplessy concluye diciendo que si, después de lo que ha demostrado, «la idea que se puede hacer del hombre se debilita un poco», pero ello no disminuye en nada nuestra admiración por el artista.

 

Le Figaro. Suplemento literario del domingo. 7 de enero de 1928

Traducción José M. Ramos González. Febrero 2017.