Le Gaulois, 26 de enero de 1893

TEATRO DEL GYMNASE.– Musotte, pieza en tres actos, de los Sres. Guy de Maupassant y Jacques Normand.

Hace apenas dos años, Guy de Maupassant, en colaboración con Jacques Normand, nos ofrecía Musotte, ese drama íntimo donde el poeta hace vibrar, tan piadosa y dolorosamente, todas las fibras del corazón humano. La velada fue gloriosa para los autores. El público, emocionado, conmovido, profundamente impactado por esa elevada comprensión del dolor, con lágrimas en los ojos, prorrumpió en una ovación dedicada a los escritores y a sus intérpretes.

Fue como un gran rayo de sol triunfante que iluminó, lamentablemente por última vez, la frente ya abatida de Guy de Maupassant. Pasaron algunas semanas, y la enfermedad despiadada y feroz, se cebó en el pobre amigo, infligiendo la insensibilidad y la indiferencia a ese poeta de una inteligencia tan penetrante que comprendía los sufrimientos del hombre y la mujer, y los compartía con una dulce piedad.

Había una espantosa crueldad en esta revancha de las fuerzas malhechoras de la naturaleza corroyendo ese gran y bello cerebro, comprimiéndolo, paralizándolo, anulándolo, en el mismo momento en el que acababa de pensar con tan soberana bondad. Pero ¿cómo pararse a meditar y lamentar al pobre muerto viviendo en un tiempo donde los muertos y los vivos pasan tan aprisa? Si la dirección del Gymnase, representando la hermosa obra que a partir de ahora forma parte de su repertorio, ha querido aunar las simpatías un poco dispersas y hacer pagar un nuevo tributo de admiración al soberbio talento de Guy de Maupassant, hay que felicitarla sinceramente. Y si, al mismo tiempo ha tenido el deseo de llevar al teatro un publico que algunas tentativas recientes e infortunadas, habían desconcertado un poco, es esta ocasión ha estado muy inspirada. Es verosímil que Mussote encuentre en parte el éxito que saludó su aparición.

Todos los artistas que han creado los roles los han vuelto a hacer ayer noche. A excepción de Mme. Pasca, a la que sustituyó, y no sin merito, Mme Thibert, hemos encontrado tan notables, como el día del estreno, a la Srta. Raphaële Siso, completamente sin rival en el papel de Musotte; el Sr. Duflos y Sr. Nertann, el paternal, el exquisito Noblet, y la Srta. Darlaud, siempre en progreso, y la amable Srta. Desclauzas, de humor tan sonriente y alegría tan comunicativa.

Hector Pessard

Publicado en Le Gaulois, 26 de enero de 1893

Traducción de José M. Ramos González para

http://www.iesxunqueira1.com/maupassant