Le Monde Artiste, 6 de julio de 1902
He aquí los versos de Raymon Crussard en honor al antiguo domicilio de Maupassant en la calle Montchanin, [que, tras la muerte de Maupassant, iba a ser ocupado por el músico y director de orquesta Edouard Colonne (1838-1910), dedicados a su esposa]
A la Señora de Edouard Colonne
Señora,
Debo poner colofón Al programa de esta celebración Y, como humilde poeta, vengo yo, A cumplir dicha misión. En esta casa de alegría Por la gracia y melodía, De un escritor, su alma dormida Se despierta con emoción.
Antes de música albergar, Este domicilio, de su propiedad Sobre su pluma de mágica habilidad, Vio su gran frente que se inclinaba. Desde entonces, la forja vuelve a crepitar. Sobre el yunque está el Ideal. El trabajo por la pluma abandonado Quizá por el violín sea acabado.
Para usted cuya unión bendita Es el ejemplo de que en esta vida, Hay que poner armonía En todo lo que el corazón siente, La tarea es bella y nunca cansada; Es por lo que, con voz emocionada, Celebro vuestra llegada En nombre del glorioso ausente. Por la gracia y melodía, Su alma, largo tiempo dormida, Se despierta y se estremece, Y es su Musa acogedora, De los artistas familiar y verdadera Quien esta noche abre la pajarera, Que el Sueño a la Canción ofrece
Y estos versos, misión secreta, Que yo compongo, al pasar, Son las rosas que a vuestros pies deja La Musa de Maupassant.
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A
Madame
Edouard
Colonne.
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Publicado en Le Monde Artiste, el 6 de julio de 1902
Traducción de José Manuel Ramos González