La Semaine Litteraire (Ginebra), el 6 de abril de 1912

 

La crítica había acogido favorablemente con anterioridad la mayoría de las «adaptaciones» teatrales del Sr. Nozière, que se ha hecho un especialista en trasladar novelas célebres a la escena. Sin embargo ha sido severa en relación con el Bel-Ami, que éste ha adaptado de la obra de Maupassant.

«Bel-Ami, la novela de Maupassant, dice Ernest-Charles en l’Opinión, es de una realidad estrecha y caricaturizada y no podría bajo pretexto alguno atribuirle un profundo alcance filosófico, pero es la novela de un admirable novelista. Nozière tiene talento, pero resulta que la pieza extraída de Bel-Ami, más desprovista aún que la novela de alcance filosófico, hace juzgar esta última como una obra perfectamente aburrida. Me veo pues en la obligación de condenar a Nozière porque sería demasiado lamentable que condenase a Maupassant. Pero como me resulta demasiado penoso condenar a Nozière, prefiero mejor concluir con que las adaptaciones no deben practicarse más que en casos de imperiosa necesidad, y que los adaptadores son personas a irse cuando no se tiene en absoluto necesidad de ellos.»

Esto quizá calme el celo del Sr. Nozière, que es, además, un hombre de mucho espíritu. Nacido en 1874, pronto colaboraba en las revistas de nueva aparición, l’Ermitage, en la Plume. De verdadero nombre Fernand Weyl, firmaba como Frump unos artículos llenos de elocuencia en le Temps. Tras la muerte de Henry Fouquier, fue él quién asumió la rubrica de los «Billets du matin», firmados por Nozière. Se sabe que Anatole France se describe a sí mismo en varios de sus libros bajo la figura de Pierre Nozière.

 

Publicado en La Semaine Litteraire (Ginebra), el 6 de abril de 1912

Traducción de José Manuel Ramos González

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