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I.E.S. Xunqueira I

© José Ramos

       Ampliación de cubierta  Mademoiselle Fifi y otros cuentos de guerra               

         En el prólogo a esta antología, la traductora Esther Benítez nos dice que la guerra es el tema de todos los relatos de este libro, sea la guerra del 70 o la guerra colonial. Y al hablar de la guerra, Maupassant que no se caracteriza por su visión optimista de la vida, ve exacerbados los ingredientes - locura, sexo, violencia- que tan hábilmente dosifica en sus cuentos. La guerra crea unas situaciones excepcionales, una tensión en la que se mezclan tragedias y payasadas. Salvo en algún caso excepcional el autor jamás expresa un juicio de valor sobre el absurdo, el horror o la injusticia de las situaciones bélicas: deja hablar a sus personajes, se limita a mostrarnos situaciones mucha más elocuentes que una condena explícita. Quisiera subrayar, por otra parte, que esta actitud de Maupassant resulta absolutamente contra corriente en su época, en la que se está afirmando una tendencia, cada vez más fuerte, que se empeña en suscitar en la opinión pública un espíritu de desquite frente a Alemania. Maupassant ostenta una despreocupación de bon ton con respecto a la patria y a la revancha, sin embargo cuando al final de sus días,  la locura lo desinhibe  se advierte en actitudes y comentarios cuan profundamente arraigada está en él la idea de revanche.
          Los cuentos de guerra de Maupassant están sembrados de héroes a su pesar, de meretrices  mucho más patrióticas que los orondos burgueses o los hinchados militares que las rodean, preocupados por salvar vida y dineros o por obtener una cruz de guerra, de dementes que desafían la muerte con una heroicidad inesperada. Y sobre todo ello planea, sin explicitarse, la condena del belicismo.
          Escritos casi todos en el breve espacio de 4 años, constituyen la totalidad de las narraciones que Maupassant dedicó al tema. La guerra  inspira alta y profundamente a Maupassant. A decir verdad no tanto la guerra como la derrota. Ninguna novela, ningún relato de Maupassant alcanza la alta carga de pasión, la trágica condensación de algunos de sus relatos "de la derrota". 

NOTA.- Los textos desde aquí vinculados, son producto de otras traducciones, independientes de las contenidas en el libro citado, por respeto a los legítimos derechos de traducción. Han sido  realizadas especialmente para este sitio o bien establecidas a modo de enlaces, en ventanas independientes, a otras páginas web ajenas a este trabajo.

Bola de sebo.- Una prostituta despreciada reparte su comida con los burgueses que la acompañan asqueados en un viaje.
También le da a aquellos conciliadores burgueses una clase de patriotismo, cuando un oficial invasor detiene el coche y demanda los favores de la prostituta como condición para permitirles continuar el viaje. Viendo que sus vidas dependen de Bola de Sebo, los burgueses recurren a todo tipo de halagos. La prostituta finalmente se entrega al enemigo y éste permite que el carruaje siga su marcha. Como si nada hubiera sucedido, las señoras y señores burgueses recobran sus posturas distantes y llenan de reproches a la mujer vulgar y "pecadora". Renacido el desprecio, la pobre muchacha no tiene otro consuelo que sus propias lágrimas.    

Recuerdo.- Un grupo de soldados en retirada, maltrechos y agotados, topan con un anciano y una niña . La presencia de esta última levanta la moral de la tropa que se vuelca en su cuidado.

Mademoiselle Fifi.-Un grupo de oficiales prusianos establecen su base de operaciones en un palacio señorial ubicado en las proximidades de una aldea ocupada y pasan los días entreteniéndose en destrozar las maravillosas obras de arte y el magnífico mobiliario que el noble propietario de la mansión, en su huida,  no pudo salvar de los invasores.
Tanto es su aburrimiento que deciden dar una fiesta y para ello invitan a un grupo de cinco prostitutas de la aldea. Durante la cena y cegados por el alcohol, profieren gritos patrióticos y humillantes para el pueblo francés. Una de las mujeres les hace frente heroicamente.     

La loca.-Unos soldados prusianos invaden un pueblo francés y ocupan las viviendas de la localidad. En una de ellas vive una loca en estado catatónico. El comandante del grupo invasor interpreta su silencio e inmovilidad como un desprecio hacia sus hombres y opta por abandonarla en el bosque.

Dos amigos.-En pleno asedio de París y cuando las tropas prusianas se acercaban a la ciudad, dos amigos aficionados a la pesca deciden tomar sus bártulos y dirigirse a una zona a orillas del Sena pese al peligro de encontrarse con el enemigo invasor. Cuando ya habían capturados unos cuantos ejemplares, una patrulla enemiga los detiene y los acusa de espionaje.

San Antonio.- Un campesino se ve obligado a acoger en su casa a un soldado prusiano que forma parte de un grupo que invade su pueblo. Ante la estupidez que muestra este último, nuestro hombre opta por tratarlo como una mascota (un cerdo) ante los ojos de sus paisanos para vengarse de los invasores.

La aventura de Walter Schnaffs.-Un soldado prusiano cobardica y gordinflón se ve obligado a permanecer escondido durante dos días en unos matorrales. Acuciado por el hambre se arriesga a salir con la esperanza de ser hecho prisionero y se dirige al primer pueblo francés que encuentra en su camino. Al llegar a un castillo próximo al pueblo, su aspecto y uniforme provoca que los habitantes de la mansión  huyan despavoridos creyéndole uno más de una numerosa tropa invasora.     

El viejo Milón.- Un viejo campesino francés se convierte en el azote de los soldados prusianos sin que estos sospechen nada. Cuando al fin es detenido narra los motivos por los que decidió cometer los crímenes.

Tombuctú.- Un grupo de africanos llega ante las puertas de un destacamento francés en estado lamentable. Acogidos por los soldados se dedican a emborracharse y a cocinar unos esplendidos filetes obtenidos extrañamente, mientras tanto los prusianos continúan teniendo unas bajas inexplicables. Entre los africanos destaca su jefe: Tombuctú.

Un duelo.-Finalizada la guerra, en la Francia derrotada, un burgués excombatiente se encuentra en un tren ante un oficial prusiano que lo humilla ante dos ingleses vecinos de vagón. No puede soportar tanta vejación por lo que  golpea al alemán que lo reta a duelo.

Un golpe de estado.-Aventuras en tono histriónico de un médico rural con pretensiones políticas y actitudes caciquiles

La abuela Sauvage.- Una anciana, en un acto de amor maternal, venga fríamente la muerte de su hijo en la guerra franco prusiana

Lo horrible.- Dos breves historias donde un narrador pretende diferenciar entre un suceso trágico y un hecho horroroso. Para ello narra dos luctuosos sucesos ambientados en la guerra donde lo conmovedor y y lo horrible se complementan.

La cama 29.-Un presumido oficial francés  se pavonea de sus conquistas hasta que encuentra una amante especial. Cuando estalla la guerra él se va al frente y ella es violada y ultrajada por los prusianos que invaden su ciudad. Finalizada la guerra el oficial francés regresa y  la encuentra en un hospital en un estado lamentable y patético.

Mohamed el Golfo.- Un turco, enrolado en la legión francesa, urde un plan para hacer prisioneros a todos los hombres de una tribu de nómadas árabes.

Los prisioneros.-Una simple campesina, mediante un astuto ardid, encierra en una bodega a una patrulla prusiana. 

Los reyes.-Un destacamento francés llega a un pueblo casi abandonado por los rigores de la guerra. Poniéndose cómodos se disponen a descansar, a comer y a beber. Necesitan mujeres. El cura del pueblo se las va a proporcionar.