ABC 6 de enero de 1973

LA DECADENCIA DE MAUPASSANT

(Fragmento extraído del artículo Antropofagia y Canibalismo de Julio García Castillo)

     [...] Queda la referencia a casos patológicos de antropofagia. Para los psiquiatras y otros especialistas médicos, son tendencias fácilmente detectables. Los volúmenes específicos están repletos de ejemplos estremecedores. Para Wilhem Stekel ( «Sadismo y masoquismo») es asombrosa « la cantidad de casos en que aparecen actos de carácter sádico, es decir, de canibalismo, necrofilia y vampirismo. Debemos suponer que existió una fase del desarrollo de la humanidad en la cual estos impulsos podían manifestarse libremente. En la actualidad, a la luz de la civilización, es necesario considerarlos como petrificaciones de carácter atávico, que hallaremos bastante a menudo en la reversión parapática». Únicamente en una revista médica tendría cabida la descripción de los caos que Stekel refiere con todo detalle. Entre ellos es interesante el estudio dedicado a los últimos días del escritor Guy de Maupassant, un genio con carácter enfermizo que demuestra como «personas de gran jerarquía intelectual también pueden cometer actos de necrofilia». A los treinta años, Maupassant merece esta lamentable descripción:
     «Se siente agotado y concluido (...). Toma cocaína, éter y se embriaga con «hachich». Su aspecto exterior es resplandeciente; nada revela al hombre torturado por terribles jaquecas, y, sin embargo, no tiene sosiego. Sufre de insomnio, de dolor de cabeza y ojos, lo que no le impide escribir, entre 1880 y 1890, sus mejores obras. Las perturbaciones de la vista, que le impiden trabajar de noche, van aumentando hasta paralizarle el nervio óptico. Esto hace comprensible su melancolía y su raro cinismo. Cuentan que un día se hizo traer un trozo de cadáver y se lo comió crudo. De modo que pudo comprobar, por experiencia propia, que la carne humana es insípida».
     Es evidente que, más allá de las perversiones, la antropofagia accidental será imposible en la medida en que el desarrollo de las comunicaciones no deje espacios en blanco al sufrimiento.

Julio GARCIA CASTILLO

Publicado en el Blanco y Negro el 6 de enero de 1973
Fuente y propiedad de: Hemeroteca del ABC. http://hemeroteca.abc.es/

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