RESEÑAS BREVES EN LA PRENSA SOBRE MAUPASSANT EN 1907

 

[...] Como se ve, el feroz revolucionario no se mordía la lengua y sus pinceladas tocante a psicología del periodismo podría suscribirlas el Sr. Maura sin desdoro para los desdenes que le fama le otorga, respecto al gremio. Avanzando en la pendiente, el exquisito Maupassant llega en Bel-Ami a describirnos un periodista depravado, entre duelista y souteneur, cuya fisonomía moral produce nauseas. Si los periodistas se parecieran en su mayoría a Duroy, habría en justicia que extinguirlos como alimañas. [...]

Fragmento del artículo La Publicidad y la Prensa. Madrid Científico, nº 559, 1907. 


Noche teatral de beneficencia.- El Sr. Rubio compuso su cartel de beneficio con la comedia de Benavente El amor asusta, y dos estrenos: un monólogo del señor Abati, titulado Las cien doncellas y un juguete cómico en tres acto al que denominan sus autores, Sres. Abati y Vaamonde, Los Baños de Fuente Tónica.

[...] Los baños de Fuente Tónica amargaron la noche a ambos señores, al colaborador Sr. Vaamonde, a la compañía toda, y lo que es más deplorable: al público en general.

Los Baños de Fuente Tónica pretenden hacer sainete con los tipos que desfilan por los balnearios, intento logrado con fortuna por muchos autores, sin pensar, claro es, en sátiras magistrales como aquellas Termas de Monte-Oriol, por ejemplo, novela admirable donde Guy de Maupassant puso todas sus delicadas ironías. [...]

Fragmento del artículo La noche del beneficio por José Alsina. Publicado en El País, el 15 de marzo de 1907. 


ALICANTE. Concurso de cuentos:

Lo abre nuestro colega el Diario de Alicante en estas condiciones:

1ª Los cuentos tendrán que estar escritos en idioma castellano y ser además originales e inéditos.

2º No deberán de exceder de veinte cuartillas.

3º Cada uno de los cuentos vendrá acompañado de un sobre cerrado que contenga el nombre del autor y que lleve el mismo lema que el cuento remitido.

4º Los cuentos premiados se publicarán en el Diario de Alicante.

5º El plazo para la admisión de trabajos terminará a las doce del día 1 de mayo.

Los premios consistirán: el primero en una obra de arte, original del notable escultor alicantino Vicente Bañuls; el segundo en una colección completa de los volúmenes que lleva publicados la Biblioteca de Novelistas del siglo XX; y el tercero, las obras completas del famoso cuentista francés Guy de Maupassant.

El País, 5 de abril de 1907.


El Epitafio es un monólogo, traducción de un cuento de Maupassant, que recitó con bastante fortuna el Sr. Carini.

El cuento, que quizás conoceréis, es de un hondo pesimismo. Los muertos se levantan a borrar los elogios inscritos en las lápidas de sus sepulcros, poniendo en ellas la verdad de los actos que en vida realizaron. Una bufonada macabra pone término al cuento: cierta muerta pone en su lápida, y en presencia del amante vivo, que si murió, fue a consecuencia de un enfriamiento contraído una noche que le traicionó.

Es un trabajo precioso, como todos los de Maupassant, pero extraño en forma de monólogo teatral. Por eso no agradó lo que merecía.

El País, 25 de abril de 1907. Firmado por José Alsina. 


Veladas teatrales.

En la Comedia.– Compañía italiana.– Beneficio de Carini.– LE TRAGEDIE DELL’ANIMA, de Roberto Bracco.

Salvo muy raras excepciones, no es la originalidad el carácter distintivo del teatro italiano. En Verga se advierte la influencia de Zola y de Guy de Maupassant; en Giacosa, reminiscencias muy marcadas de Augier y de Dumas (hijo); Rovetta transciende también a Zola, y Marco Praga imita a Becqué. En casi todo el teatro italiano se proyecta la sombra de la literatura dramática francesa...[...]

[...] Carini y Tina di Lorenzo fueron muy aplaudidos. El beneficiado terminó la función recitando con mucho arte un raconto de Guy de Maupassant, titulado El epitafio.

Fragmento. La Época 25 de abril de 1907. Firmado por Zeda. 


Los editores parisienses muestran cierta tendencia a rebajar el precio de las novelas, mejor dicho, a poner al alcance de todos las obras que mayor éxito han logrado durante estos últimos años. Como ejemplo citaremos el de Mr. Fayard, que ha empezado a publicar una serie ilustrada a 95 céntimos; el de Ollendorf, que está publicando las obras de Maupassant, Ohnet, Theuriet y otros, a un franco el tomo; el de Calmann Lévy, que ofrece a 95 céntimos las mejores obras de Loti y France, y el de Flammarion, que vende una colección parecida. Dícese que un periódico parisiense de gran circulación ha comprado a varios atuores el derecho a publicar sus obrasen series a precios reducidos.

La Lectura. Revista de Ciencias y de Artes. Mayo de 1907. 


El cuarto número de La República de las Letras publica una crónica gráfica de la caricatura en el extranjero y los siguientes trabajos:

La escuela de los discretos, Ricardo León. - Sin rumbo, Luis de Valle. – La semana de siempre, E. Ramírez Ángel.– Ante la lápida de Francisco Navarro y Ledesma, J. Martínez Jerez. –El lujo, Vicente Blasco Ibañez. – Figuras literarias: Rubén Darío, Luciano Taxonera. – En la Isla de Oro, Rubén Darío. – Cromo, Rubén Darío. – De un colegio de jesuitas, Alberto Insúa. – Inmortalidad, Amado Nerva – Los grandes cuentistas: El conejo, Guy de Maupassant. – Documentos: Del viejo huerto.–Góngora. – Baltasar de Alcázar. –La poesía realista contemporánea en España, Andrés González Blanco. – La Cruz de Mayo, Eugenio Sedano. – Pecado de ser poeta, Adolfo Rubio. –Curiosidades bibliográficas. – Geografía poética de España.

El Imparcial, 6 de mayo de 1907. 


Es La cueva de los búhos un libro de misterio y de dolor. Ha escrito López-Ballesteros tan efusiva e ingenuamente los fragmento del diario amoroso de Adriano Borja que, cuando se tratara de sus memorias propias, no se advertiría mayor sinceridad.

Los implacables devotos de una clasificación cerrada para las obra de arte podrán sostener que La cueva de los búhos no es una novela ni es un cuento. Tal vez sea un poema esencialmente lírico. De todas suertes, se trata de un libro admirable. Y, cuando se regateara el título de novela a La cueva de los búhos, no habría razón para aplicarlo a Werther o a Graziella. Por lo que atañe a mi entender, novela es, y de las más perfectas producidas en los últimos tiempos, La cueva de los búhos. La sombra de Maupassant flota en todo este libro voluptuoso y terrible, con misterios de presentimiento, estremecimientos de miedo y vértigos de tristeza.

[...]

Fragmento. La Correspondencia de España, 2 de julio de 1907 


Es el cuento una novela comprimida, donde lo que se pierde en extensión se gana en intensidad. El cuento que en menos páginas nos sugiere más ideas y sacude nuestros nervios con mayor número de sensaciones es el mejor. En esos bocetos de novela no hay actualmente en Europa un solo escritor que pueda parangonearse con doña Emilia Pardo Bazán.

Aquel insigne atormentado de sí mismo (como el héroe de la comedia de Plauto) que se llamó Guy de Maupassant, escribió cuentos que ya son clásicos por el nervio, la sobriedad y el arte con que están hechos; pero su número es menor que el de los que, conteniendo iguales méritos o quizá superándolos en algún caso, puede presentar la insigne compatriota nuestra.

Fragmento de “El último libro de la Pardo Bazán, «El fondo del alma» (cuentos psicológicos), firmado por Pascual Santacruz.

El Heraldo de Madrid, 31 de julio de 1907. 


FUERTE COMO LA MUERTE, una de las mejores novelas de Maupassant, es la que mañana publicará «LA NOVELA ILUSTRADA». Es un intensísimo drama de amor que prende en un alma siempre joven cuando el cuerpo está ya viejo. El ilustre novelista ha puesto en este libro emocionantes escenas de observación y de verdadero arte. Basta el nombre de Maupassant para hacer todo el elogio de esta gran novela. FUERTE COMO LA MUERTE forma un hermoso volumen encuadernado y con numerosas ilustraciones: 83 céntimos en las librerías y puestos de periódicos y en las oficinas de «LA NOVELA ILUSTRADA», Mesonero Romanos, 42, Madrid.

El Imparcial, 13 de septiembre de 1907. 


Hoy ha publicado en La Novela Ilustrada una hermosa obra de Maupassant: «Las Aguas de Monte Oriol».

Se trata de una gran novela fundamentalmente literaria, y a la que acompaña un interesante acción. La vida en los balnearios; la constitución de uno de estos grandes establecimientos en los que luchan la sordidez campesina con la astucia del negociante mundano, sucediéndose las intrigas que ponen en juego una y otra parte; el desfile de enfermos, la concurrencia de médicos, todo está admirablemente observado y maravillosamente descrito por el gran maestro. Esta notable novela forma un hermosos volumen que, encuadernado y profusamente ilustrado, se vende a 35 céntimos en todos los puestos de periódicos y librerías y en las oficinas de La Novela Ilustrada, Mesonero Romanos, 42.

El Imparcial, 2 de noviembre de 1907.

El Heraldo de Madrid, 2 de noviembre de 1907. 


[...] Digo que los literatos a pesar de la prosopopeya que gastan para andar por el mundo, son mucho menos listos que los comerciantes. Una prueba de ello es que el literato está sujeto al comercio de las Casas editoriales, y mientras la mayoría de los editores se hacen ricos, la mayoría de los literatos mueren en la pobreza. [...]

Esta es una de las razones por las que el comerciante deprime a literato, cuyo papel en la vida mundana de los ricos, cuando el literato conquistó nombre y fama, es de mero adorno, como de un objeto curioso – un jarrón chinesco, un cochinillo de Indias, unas babuchas persas, etc. –, sin contar que el literato suele servir de hazmerreír, como sirvió Maupassant a la sociedad de buen tono...

[...]

Fragmento del artículo “El Comerciante y el Literato”, firmado por Luis Bonafoux

El Heraldo de Madrid, 13 de noviembre de 1907. 


 Fuente y propiedad: Hemeroteca Nacional (BNE)
Digitalizado en el presente formato por J.M. Ramos González, para

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