RESEÑAS BREVES SOBRE MAUPASSANT EN LA PRENSA DE 1923

 

Clarividencia burocrática.

Maupassant, el célebre escritor francés, estuvo empleado dos años en el Ministerio de Marina, de 1876 a 1878. Hace poco se ha encontrado en el archivo de dicho departamento su expediente personal. ¿Sabéis qué juicio habían formado de él sus Jefes? Este: «Buen empleado, pero con mal estilo. No conviene encargarle la redacción de documentos de importancia.» Nadie es profeta... en su oficina.

Madrid Científico, marzo de 1923.   Año XXX, nº 1086, pag 88.

El Imparcial 22 de marzo de 1923. Año LVII, nº 20011, pag 1. 


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Un novelista internacional como Puccini, resume en un color y un acento propiamente italianos, los procedimientos únicos en el logro de la sinceridad, por los cuales mejores cuentos, derivan, sinmenoscabo de su originalidad poderosa, de Maupassant.

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Fragmento del artículo Un novelista Italiano (sobre Mario Puccini)

España, Madrid 11 de agosto de 1921. Año IX.– Num. 382, pag 12. 


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No sé si pueda decirse que el cuento es la profunda modificación que los tiempos han impreso, sobre las antiguas fábulas, ya que a la vez son la condensación cierta de la novela, la moderna epopeya, como se ha advertido. El cuento armonioso y que en lo episódico dé una cabal idea del cuadro completo, es una creación reciente, que tal vez salió de Balzac y culminó en Maupassant.

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Bourget al estudiar a Maupassant dice que la obra de este excelso cuentista, respira salud, y explica la frase manifestando que hay una salud literaria como hay una salud física, difíciles de definir, porque hay otras morales en sus tendencias, escritas en admirable estilo, como los Pensamientos de Pascal, que son sin embargo libros enfermos.

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Fragmento del artículo Ventura García Calderón por Isaac J. Barrera

Quito, Ecuador, 1923.

Cuba Contemporánea, Año XI. Tomo XXXIII, Septiembre, 1923, num. 129. 


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Desde 1907 nos hemos hecho muy moralistas. Todavía Guy de Maupassant influye en Cuevas, hasta el punto de que, sin haber imitación ni nada parecido, no se puede por menos de recordar, riéndose a carcajadas, la Maison Tellier al leer varios capítulos de Tinieblas, segunda novela de Pérez de Ayala.

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Fragmento del artículo Tinieblas en las cumbres. Disquisiciones sobre la pornografía.

La Voz, 30 de noviembre de 1923. Año IV.– Num. 1.071. pag 1. 


 Novedades.– Mañana, a las diez y media de la noche, se verificará en este teatro el estreno del drama en cuatro actos, inspirado en el personaje de un cuento de Guy de Maupassant, en prosa, titulado «El dolor del pecar o El secreto de la muerta».

Dado el asunto del drama y la crudeza que se desenvuelven algunas escenas de la obra, los autores creen un deber suyo advertirlo al público, con el fin de que las señoras se abstengan de asistir al espectáculo.

El Heraldo de Madrid, 25 de diciembre de 1923. Año XXXIII - Num. 11.824, pág. 6. 


 

Fuente y propiedad: Hemeroteca Nacional

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