RESEÑAS BREVES SOBRE MAUPASSANT EN LA PRENSA DE 1942

 

Willy Forst en «Bel-Ami»

Willy Forst, el simpático actor vienés, es el director y protagonista de la película, adaptada al célebre cuento de Guy de Maupassant, «Bel-Ami», que pronto será estrenada en nuestra ciudad.

La Vanguardia, martes 29 de septiembre de 1942. 


Fantasio : «París 1900»

Willy Forst, es su doble aspecto de director y de protagonista, es, sin duda alguna, el más positivo valor de esta producción germana, cuya trama sigue las huellas de una conocida – y en el campo de la recta moral, poco recomendable – novela de Guy de Maupassant. Como director, por la fidelidad con que ha sabido recoger y plasmar en una evocadora sucesión de sugestivos fotogramas toda la gracia y externa galanura –sólo externa, es decir, lo puramente ornamental; porque en la matiación de las reacciones íntimas de los personajes, la pintura es un tanto convencional – del ambiente de aquel «fin de siglo» parisiense, a un mismo tiempo desenfadado y decadente. Como protagonista, por la feliz identificación con el personaje central de la obra, figura de compleja contextura, a la que logra dar vida con talento y humana naturalidad.

Pese a las amputaciones con las que se ha querido desbrozar, en lo posible, a «París 1900» de su perfil escabroso, el tono general de la película no escapa a la influencia resbaladiza de su vicio de origen, y por otro lado, aquellas imputaciones, si bien la aligeran en parte del lastre de su excesiva minuciosidad narrativa, vienen a revertir en definitiva, por la brusquedad de muchos «tijeretazos», en falta de lógica hilación en varios momentos de su trabazón anecdótica.

Junto con Willy Forst, realizan una meritoria labor en los primeros papeles femeninos Olga Tschechowa, Hilde Hildebrand y Lizzy Waldmulle. – F.G.S.

La Vanguardia, domingo 25 de octubre de 1942 


ESTRENOS EN LOS CINES

Rialto: «París 1900»

Ambiente social y político de aquel París del novecientos, Guy de Maupassant, humorista un poco a lo Taboada, retrata con trazos crudos costumbres de una metrópoli que, como las de la capital de Francia, se asentaban sobre la más desmedida frivolidad. Acaso por lo liviano de aquellos procedimientos reñidos muchas veces con la ética más rudimentaria, esta película la hallamos constreñida en ese ambiente que quiere reflejar, y en sus incidencias pueriles. Sólo la pintura de algunos tipos de dan valor relativo.

Es, sin embargo, raro que un realizador de la categoría de Willy Forst, que logró en la pantalla maravillas cinematográficas como “Cabalgata” y “Vuelan mis canciones”, entre otras, no haya continuado su brillante historia en esta película. No obstante demuestra su habilidad en lo que al ritmo ser refiere, logrando efectos tan excelente como el del baile en la Opera.

Pese a los ligeros defectos apuntados, “París 1900” es un film grato, rebosante de buen humor y simpatía.

En lo que atañe a la interpretación, dentro de un conjunto muy aceptable, descuella el trabajo de Willy Forst, que en esta ocasión se muestra mejor cómico que director de películas. – RODENAS

ABC, 28 de octubre de 1942


 

 

Fuente y propiedad: Hemeroteca del ABC y de La Vanguardia

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