RESEÑAS BREVES SOBRE MAUPASSANT EN LA PRENSA ESPAÑOLA 1995

Pere Sagristà pone en clave teatral los relatos de Guy de Maupassant.
BARCELONA. (Redacción).- Continuando en la senda emprendida con "Petits contes misògins", el espectáculo sobre textos de Patricia Highsmith con el que se daba a conocer como director y de paso ponía en la órbita del éxito a las jóvenes actrices de T de Teatre, Pere Sagristà vuelve ahora a reincidir en aquella fórmula con "Obsessions", un montaje sobre textos narrativos del escritor francés Guy de Maupassant (1850-1893). El estreno, mañana en el Tantarantana, coincide con las representaciones en Arterbrut de "Totes culpables", espectáculo de la compañía Maternal Teatre cuya dirección firma el propio Sagristà.
"Obsessions", título que ilustra un rasgo común en todos los personajes de Maupassant, significa la presentación de una nueva compañía, Facompanya, integrada por los actores Elisenda Bautista, Dolors Rusiñol y Carles Martí. En la elección de textos no pensados para la escena, Sagristà reconoce que más allá de su interés personal por el cuento como género literario existe otra de índole pecuniario. "Un espectáculo que utiliza la técnica de la narración es siempre mucho más barato - afirma-, porque, por ejemplo, te permite pasar de la playa a la montaña sin necesidad de realizar un cambio de escenografía; basta tan sólo con una luz o una frase."
El espectáculo reúne cuatro cuentos ("Les agulles", "Boig", "Foll" y "Qui sap?") de Maupassant, novelista y autor de más de 200 relatos breves publicados en su mayoría - otros sufrieron el peso de la censura - en los periódicos de la época. "El denominador común de todos ellos es por un lado los personajes, seres excéntricos, solitarios y, por otro, la temática, el amor fuera de los vínculos matrimoniales, el tedio de unas señoras muy bien aposentadas económicamente pero que se aburren mortalmente con sus maridos", apunta Sagristà.
Como muestra, cuatro historias, las cuatro que conforman "Obsessions": dos mujeres que se enteran por azar que comparten un mismo amante; tres personajes que justifican un asesinato por celos; una confesión expresada en la intimidad de un diario descubre la vertiente asesina de quien hasta entonces había sido considerado públicamente como un honorable juez, y, por último, el delirio de un misántropo con inclinación irrefrenable por los objetos inanimados.
La Vanguardia, 10 de enero de 1995.


Alba Clásica.  Mont Oriol
Fue Enrique Vila-Matas quien recordó la anécdota: Guy de Maupassant, sumergido en la locura que acabó con sus días, le escribió una carta al papa León XIII sugiriéndole que previera, para todo el orbe católico, la construcción de sepulcros con agua corriente, caliente y fría, para la digna conservación de los cadáveres. Lo cuanta Alberto Savinio en su libro "Maupassant y el otro", hoy doblemente raro.
Mucho más raro, por cierto, que la novela de Maupassant que lleva por título "Mont Oriol" (1887): segunda entrega de una nueva colección de literaturas clásicas. Alba Clásica, que ha iniciado su andadura con éste y otro título, la inédita hasta ahora en castellano "Masfield Park", de la siempre irreprochable Jane Austen: clásico acabará siendo, por lo visto, todo lo escrito decentemente.
Viene a cuento lo referido tanto si tenemos en cuenta las características del libro de Maupassant - de toda su obra - como si recordamos lo que es más propio de la labor de Austen: en ambos casos nos hallamos ante narradores que podríamos denominar "con oficio"; en el caso del amigo y discípulo de Flaubert quizás habría que añadir "de oficio". "Mont Oriol" (Barcelona, Editorial Alba, 1995) narra magistralmente la historia de un adulterio, reducido a siniestra banalidad por el efecto óptico del paisaje circundante: la especulación inmobiliaria nacida en torno a unos terrenos en los montes de Auvernia pródigos en aguas subterráneas y benéficas.
Por la edición de esta novela "rescatada", como por las que se anuncian de los brasileños Carvalho Neto o Rachel de Queiroz, se intuye que Alba Clásica ha entendido muy bien en qué consiste la lección de algunos clásicos del XIX y su especial vigencia en ciertos autores del siglo XX. La genialidad es hoy, paradójicamente, una categoría antiartística; de lo que se trata, en la labor literaria es de contar algo con los medios más adecuados y al mismo tiempo más sencillos. El muy elaborado Flaubert le da cien vueltas a su pupilo normando. Pero las últimas consecuencias de la obra del "oso de Croisset" son la práctica imposibilidad de narrar algo más. Por el contrario, la inmediata consecuencia de la manera de narrar de Maupassant es un horizonte relativamente ingenuo, amigo de la ilusión y de la verosimilitud literarias. Más allá de Flaubert impera un silencio respetuoso, por no decir acongojado: "más acá", reina todavía la posibilidad eterna de narrar. JORDI LLOVET.
La Vanguardia 5 de mayo de 1995.


Benpar estrena "El caçador furtiu", con Silvia Munt
Los cines Laurent estrenan hoy "El caçador furtiu", de Carles Benpar. La película, protagonizada por Pep Munné y Silvia Munt, es una adaptación libre y trasladada a nuestros días de la novela "Bel ami", de Guy de Maupassant. Además de los protagonistas, el filme, rodado hace tres años, cuenta con la colaboración especial del actor norteamericano Anthony Franciosa, que encarna a un magnate de los negocios. "El caçador furtiu" sigue la resurrección moral de Jordi (Pep Munné) que, en medio del fracso personal más absoluto, se inmiscuye en negocios sucios con Madeleine (Silvia Munt). Su paso por el mundo de la especulación le deja asqueado, aunque personalmente renovado.
La Vanguardia, viernes 17 noviembre de 1995.