RESEÑAS BREVES SOBRE MAUPASSANT EN LA PRENSA DE 2012
Le faltan colmillos.- Bel Ami.
Dirección: Declan Donnellan y Nick Ormerod. Intérpretes:
Robert Pattinson, Uma Thurman, Krist in Scott Thomas.
La novela de Maupassant tiene dentro varios jugos que ya han sido exprimidos por
el cine, capaz de visualizar con clase la ascensión de un don nadie gracias al
mero encanto. Es una fábula tan potente y tan al día (siempre) que ahora sólo
necesitaba la presencia del actor Robert Pattinson para reverdecerla. El caso es
que se agosta casi a su comienzo, al comprobar que a su protagonista le faltan
los colmillos que en otras ocasiones le sobran.
La adaptación tiene empaque visual, "elementos" atractivos, en especial todo su
fondo femenino (Uma Thurman, Kristin Scott Thomas y Christina Ricci, aunque
obviadas por la cámara, son un Everest para la credibilidad de ese Georges Duroy
sin pilas y con tanta elegancia y pobre de seducción, al menos con el
espectador, como una braga náutica), pero le falta chispa en un guión que es un
"resumen" y en una intención muy endeble.
O RODRIGUEZ MARCHANTE.
Publicado en ABC el 5 de octubre de 2012.
Bel Ami. Juegos de poder y cama.
“La vida poco más puede ofrecer / que unos cuantos buenos polvos, antes de
perecer”, escribió el periodista, parlamentario y libertino inglés John Wilkes,
en 1754, en su obra An essay on woman. Política, periodismo, poder y
lujuria se unían así en la figura de un hombre clave para la expansión de la
libertad sexual en una Europa que avanzaba en todos los terrenos. Poco más de un
siglo después, el francés Guy de Maupassant describía en su novela Bel Ami
una personalidad que hubiese hecho las delicias de Wilkes: un guapo, joven y
listo mequetrefe, exhúsar empobrecido tras luchar en Argelia, que poco a poco
asciende al poder social, periodístico y político de su país abriéndose paso a
codazos entre los hombres y a polvos entre las mujeres. Un personaje que ahora
recuperan los prestigiosos y veteranos directores teatrales Declan Donnellan y
Nick Ormerod (su compañía, Cheek by Jowl, suele venir a España a representar),
en su primera aproximación al largometraje, con esta Bel Ami que quizá
pueda servir para que un buen puñado de admiradoras despistadas de Robert
Pattinson, estrella de la función, boca entreabierta, caída de ojos casi
continua, adquieran conocimientos verdaderos sobre la ambición, la toma de poder
y la lujuria, ajenos al universo Crepúsculo.
Ironías aparte, y aunque Donnellan y Ormerod no hacen nada llamativo ni para
bien ni para mal en su puesta en escena, la película es un excelente compendio
histórico acerca de los orígenes del periodismo como cuarto poder (¿lo es
ahora?), de cómo las mujeres inteligentes y brillantes debían enmascararse en
personalidades fantasma para poder ejercer su talento, y de la sempiterna
efectividad de los juegos de cama para ascender en cualquier escalafón.
Publicado en El País el 5 de octubre de 2012