Caras y caretas, 6 de mayo de 1939

 

PLAGIARIO SIN SABERLO

 

Arturo Conan Doyle, famoso escritor inglés, creador del popularísimo detective Sherlock Holmes, hallándose cierta vez de paseo por Suiza, se detuvo en un albergue en la cima del paso Gemmi, donde le informaron que aquél permanecía, durante tres meses, absolutamente aislado por la nieve. Pensó entonces que el asunto se prestaba para escribir una novela, colocando en el albergue bloqueado por la nieve a dos personas que se odiaran a muerte y que se vieran así condenadas a vivir juntas.

Su mente trabajó durante una semana elaborando estos personajes y había hecho asimismo algunos bosquejos escritos, cuando la casualidad llevó a sus manos un volumen de Guy de Maupassant que no conocía. Y cual no fue su sorpresa, cuando halló una novela titulada “El Albergue”, en la cual el gran escritor francés narraba justamente la historia de dos personas que se odiaban (sic) y que habían sido bloqueados por la nieve en el paso Gemmi.

Supo más tarde que también Maupassant había estado de viaje en el lugar, y dedujo que posiblemente también a él le habían referido el caso del aislamiento del albergue por la nieve. Desde luego, Conan Doyle renunció a escribir la novela y refiriendo luego a un amigo la coincidencia, exclamaba:

–¡Vea usted como a veces uno puede resultar plagiario sin saberlo!

 

 

Publicado en la revista bonaerense Caras y caretas, 6 de mayo de 1939.

Fuente y propiedad: Hemeroteca Nacional (BNE)

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