El Motín, 23 de mayo de 1912

 

LAS ÚLTIMAS LÍNEAS DE MAUPASSANT

Interrumpidas por la locura

 

Un editor francés se ocupa en recoger piadosamente los manuscritos y aun esbozos de Guy de Maupassant. Tal vez el más interesante de esos documentos es la última página del último libro. La blasfemia de esas líneas tremendas fue interrumpida, repentinamente, por la locura, por la espantosa noche mental.

He aquí esa página, titulada «Dios»:

 

«Eterno asesino, que parecen o gustar el placer de producir, sino para saborear, insaciablemente, su pasión encarnizada de volver a matar, para recomenzar sus exterminios a medida que crea seres. Eterno hacedor de cadáveres y proveedor de los cementerios, que se divierte, en seguida, en sembrar granos y desparramar gérmenes de vida para satisfacer, sin cesar, su necesidad insaciable de destrucción.

»Matador hambriento de muerte, emboscado en el espacio para crear seres y destruirlos, mutilarlos, imponerles todos los sufrimientos y fulminarlos con todas las enfermedades, como un destructor infatigable que prosigue, incesantemente, su horrible tarea. Ha inventado el cólera, la peste, el tifus, todos los microbios que roen el cuerpo, los carniceros que devoran a los animales débiles.

»Únicamente las bestias ignoran su ferocidad, porque ignoran esa ley de muerte que las amenaza tanto como a nosotros. El caballo que brinca al sol en una pradera; la cabra que trepa por las rocas, con su paso ligero y ágil, seguida del chivato que la persigue; las palomas que arrullan sobre los techos los palomos, con el pico en el pico, bajo el verde de los árboles, como amantes que se dijeran cosas tiernas y el ruiseñor que canta en el claro de luna, cerca de su hembra que empolla, no conocen la eterna carnicería de ese Dios que los ha creado. La oveja que...

 

Aquí termina, se corta la obra de este gran escritor: el genio, al llegar ahí, se hundió en las sombras de la demencia.

Como todo lo del autor, en el original de la página que reproducimos, se nota su afán de pulir, de burilar, de cuidar su estilo: todas las líneas, casi todas las palabras, aparecen enmendadas, corregidas y vueltas a corregir.

El Progreso.

 

 

 

Publicado en El Motín, el 12 de mayo de 1912

Fuente y propiedad: Hemeroteca Nacional (BNE)

Digitalizado en el presente formato por J.M. Ramos para

http://www.iesxunqueira1.com/maupassant