La Iberia, 14 de enero de 1892

ZOLA Y MAUPASSANT

Un redactor de Le Matin, periódico de París,  ha celebrado una entrevista con Zola para conocer la opinión de éste sobre el estado actual de Guy de Maupassant, sus causas y otros extremos.

He aquí las palabras de Zola:

«Toda la familia de Maupassant, o al menos sus parientes más próximos, padecen del mismo terrible mal; es una desgracia inmensa una fatalidad... Su hermano murió loco; su madre, que vive todavía, está atacada de perturbaciones cerebrales; Maupassant es víctima de un atavismo espantoso; sufre la ley común, a la que nadie puede sustraerse.

No es necesario buscar fuera de estos antecedentes la explicación de su estado morboso. Los placeres, el abuso de la mujer, los excesos de todas clases han podido, sin duda alguna, precisar la catástrofe que acaba de producirse y que lamentamos; pero no serían ellos la causa directa o indirecta; yo conozco a alguien que ha abusado más que él, que ha llevado una existencia más febril y más agitada que la suya, y que, sin embargo, se encuentra perfectamente.

Por lo demás, Maupassant no merece la reputación de calavera que se ha creado. Joven, rico, gozando ya de una gran notoriedad, le gustaba divertirse, y esto era todo.

Era además un gran trabajador, concienzudo e incansable, siempre en la brecha, produciendo mucho y excediéndose a veces en esto mismo.

El número de sus publicaciones lo demuestra.»

El gran novelista terminó lamentándose de la catástrofe y haciendo votos por que puedan conjurarse sus consecuencias.

Publicado en La Iberia el 14 de enero de 1892.

Fuente y propiedad de la Hemeroteca Nacional

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