LOS DIENTES DEL BESO

En la punta del seno, donde se erige el rosado deseo, pongo mi labio apasionado, y los dientes, y muerdo, con la furia de un lobo que devorase una deliciosa presa, la cerrada gavanza de carne color rosa sangre.

Tú, tú te quejas, suspiras:
–¡Oh, malvado! ¿Por qué siempre el seno izquierdo?
¡Y juras que vas a llorar si, demasiado cruelmente, en la punta del seno, donde el se erige el rosado deseo, yo pongo mi labio apasionado, y los dientes, y muerdo!

¡Sí! ¡Siempre el seno izquierdo! y es allí solamente, porque él está mas cerca de tu corazón, ¡muchacha de hipócritas inocencias, enamorada de los traidores juramentos, detestable adorada! y me parece que es tu corazón al que desgarró y del que me vengo en la punta del seno, donde se erige el rosado deseo.

Traducción de José M. Ramos
para http://www.iesxunqueira1.com/mendes