LA LEY BIEN OBSERVADA «¡Ah!, me pide demasiado, dijo la imprevisible muchacha, ¡cuando exige ser amado usted solo! Eva fue destinada a más de un amor por el mismísimo Creador; y, si se tienen dos ojos, es para ver dos amantes. «Hace falta un beso en la mano derecha, otro en la mano izquierda; cada una de las orejas tiene derecho a un discurso igualmente cariñoso, pero no el mismo; ¡ah! me pide demasiado, dijo la imprevisible muchacha, ¡cuando exige ser amado usted solo! – Pero – dije
yo no sin inquietud, – ¿una inefable unidad no implica acaso al menos la
reserva, a un solo elegido, de la suprema delicia? Traducción de
José M. Ramos |