LA LLAVE DE ORO

Yo sentía que la pequeña llave de oro que he encontrado paseando por el palacio del Sueño, estaba hecha para abrir alguna misteriosa puerta detrás de la cual se me ofrecería, como un paraíso revelado, por fin la delicia de la cual, sin incluso saber de que podía tratarse, tengo el alma eternamente ávida.

Intentando abrir con ella todas las cosas cerradas, todas las cosas avaras, todas las esperanzas de amor o de gloria, demasiado dulces o demasiado sublimes para realizarse nunca, sentía que la pequeña llave de oro que he encontrado paseando por el palacio del Sueño, estaba hecha para abrir alguna misteriosa puerta.

Por fin, alguien que pasaba me dijo, conmovido:
–Te esfuerzas en vano, pobre hombre, ¡has nacido demasiado tarde! El misterio en el que tu habrías encontrado la realidad de tu quimera, ni siquiera concebida, ¡era el corazón de una joven muerta hace miles de años!
Sin embargo he conservado la inútil joya, y las más queridas horas de mi vida son aquellas en las que he llorado sobre la pequeña llave de oro que he encontrado paseando por el palacio del Sueño.

Traducción de José M. Ramos
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