EL PERFUME MENOS DULCE

Acercando mi boca a su adorable boca, umbral rosa del único paraíso que tienta mis deseos peregrinos, no he podido defenderme de una sorpresa lamentable a causa del perfume que emanaba, ese día, de los queridos labios medio cerrados.

Por dulce y exquisita que ella fuese, no lo estaba tanto como de costumbre, el olor del fresco aliento que yo sentía llegar ante mi aliento, aproximando mi boca a su adorable boca, umbral rosa del único paraíso que tienta mis deseos peregrinos.

¿Por qué cruel milagro estáis menos deliciosamente aromático, rubicundo cáliz de carne joven? Me asombraba, me inquietaba. Pero sonreí, habiendo visto que mi amada, por un juego, se había puesto una rosa entre los dientes, y era una flor verdadera la que había respirado aproximando mi boca a su adorable boca.

Traducción de José M. Ramos
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