LA RESPUESTA ADECUADA

El dios Amor, que imparte clases detrás de la aldea bajo una mata de clemátides, está muy satisfecho de los progresos de sus pequeñas colegialas. Todas encantadoras, y trotando despacito, unas gavanzas en los labios y unas violetas en los ojos, llegan muy temprano, llevando en el brazo la cesta donde las mamás han puesto las confituras y las cerezas del almuerzo.

Con los ojos cubiertos con unas lentes azules, las interroga gravemente:
–¿Qué es esto?
–Una rosa.
–¿A qué se parece una rosa?
–A una boca.
–¿Para qué sirve la boca?
–Para besar.
El dios Amor que imparte clases detrás de la aldea bajo una mata de clemátides, esta muy satisfecho de los progresos de sus pequeñas colegialas.

Continúa interrogándolas.
–¿Qué es aquello, allá abajo, que bate el ala?
–Un pájaro, que se estremece de amor.
No se podría dar una respuesta mejor. Pero hete aquí que, emocionado con todas esas chiquillas, tan frescas, de mejillas sonrosadas, su toga palpita más de lo que sería conveniente.
– ¡Ay! – dice – ¿qué es esto?
Entonces la más veterana de las colegialas, de once años ya, contesta:
–Creo que es un corazón.
–Sí, sí, un corazón – dice el dios Amor que imparte clase, detrás de la aldea bajo una mata de clemátides.

Traducción de José M. Ramos
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