LOS RÁPIDOS DIÁLOGOS

LOS OJOS, LOS LABIOS, EL PECHO
Y LAS MANOS


–¡Dulce muerte!
–¡Exquisito tránsito!
–¡Cielo!
–¡Paraíso!
–¡Ah! como los dulzores…
–¡Ah! como los furores…
–Inefables…
–Desenfrenados…
–De las caricias…
–De los abrazos…
–Me han…
–Me han…
–¡Destrozado!
–¡Destrozado!
–Pues, dijo él, para que vuelva a vivir…
–¿Y bien?
–Dame…
–¿Lo qué?, dijo ella.
–¡Tus ojos!
–Te doy mis ojos.
–¡Apenas!
–Es que…
–¿Es qué?...
–Mis párpados…
–De oro marrón, arrugado…
–Están un poco…
–Pesados por el recuerdo…
–¿De mis besos?
–¡De tus besos! ¡de tus besos!
–Entonces, dijo él…
–¿Y bien?
–Dame…
–¿Qué?, dijo ella.
–¡Tus labios!
–Te doy mis labios.
–¡Apenas!
–Es que…
–¿Es qué?
–Mis labios…
–Rojos como las cálidas frambuesas!...
–Están un poco…
–¿Un poco?
–Secos y quemados…
–¿De mi aliento?
–¡De tu aliento! ¡de tu aliento!
–Entonces, dijo él…
–¿Y bien?
–Dame…
–¿Qué?, dijo ella.
–¡Tu pecho!
–Te doy mi pecho.
–¡Apenas!
–Es que…
–¿Es qué?...
–Mi pecho…
–¡Doble naranja de carne dorada!...
–Está un poco…
–¿Un poco?
–Dolorido y magullado…
–¿De mis dientes?
–¡De tus dientes! ¡de tus dientes!
–Entonces, dijo él…
–¿Y bien?
–Dame…
–¿Lo qué?, dijo ella.
–¡Tus manos!
–¿Qué te dé mis manos?
–¡Oh! ¡en las mías!
–¿Mis manos?
–¡Adorables!
–¿Mis dos manos
–¡Adoradas!
–En las tuyas?
–¡Oh, delicia!
–¡Cómo!, dijo ella…
–¿Y bien?
–¿Los inefables…
–Los desenfrenados…
–Dulzores…
–Furores…
–De las caricias…
–De los abrazos…
–Te han…
–Me han…
–Destrozado?
–¡Destrozado!
–¿Y tu quieres…
–¡Sí!
–Mis manos?
–¡Sí!
–¿Una
–¡Sí!
–Y la otra?
–¡Sí!
–¿En las tuyas?
–¡Sí!
–¡Tonto!

Traducción de José M. Ramos
para http://www.iesxunqueira1.com/mendes