Théodore de Banville: ¡Philomèla! un nombre, una palabra tan dulce y triste a la vez, que casi provoca la idea, en efecto, de ese canto poderoso y delicioso del que se colman las noches de verano, y en el que el poeta toma prestadas notas inflamadas para hacer hablar a lo inefable y para traducir la lengua misteriosa del amor:
Dos montes más amplios que el Hekla Tal es el excelente y encantador fragmento por el que se abre el libro lírico del Sr. Catulle Mendès. ¿No reconocéis de inmediato al sabio artista y al poeta de raza? THÉODORE DE
BANVILLE Octave Mirbeau : «La
psicología literaria del Sr. Catulle Mendès, a pesar de las aparentes
complicaciones que podrían suponer la diversidad de su obra, es fácilmente
constatable. Se resume en una frase y en un hecho que no tienen necesidad de ser
explicados, porque llevan implícitos en ellos una evidencia y una certeza. El
Sr. Catulle Mendès es un poeta. Desde los Contes épiques a los amplios
vuelos; desde el misterioso y metafísico Hespérus, desde los boreales
esplendores y las sangrantes nieves del Soleil de minuit; desde Pagode,
evocando el inmemorial enigma de las exóticas divinidades de la India agachadas
entre las llamas al fondo de los templos, y completamente iluminadas de oro,
donde las estrofas tienen sonoridades de gong e inquietantes ritmos de danzas
sagradas; desde las risas aladas, las melancólicas sonrisas y las gracias
logradas en Intermède; desde las Soirs moroses, dónde son
lloradas, – ¡con qué magnífica y dolorosa tristeza! – las lasitudes, los
sufrimientos, los pavores del amor y de la duda, hasta los modernos paisajes en
los que la Grande Maguet erige su terrible silueta de bruja sublime, el
Sr. Mendès ha creado una obra poética.
OCTAVE MIRBEAU
Saint-Georges de Bouhélier El Sr. Catulle Mendès me parece tan hábil, tan presto, tan prestigioso, tan rico y tan pródigo como el Théodore de Banville de las Odes Funambulesques y de Dans la fournaise. No sé en que aspecto puede ser inferior. La grandeza de los dones, el número de nociones, la finura del ritmo, la variedad de los temas, la sobreabundancia de espíritu, la gracia alerta y picante, la alegría, el frenesí, la elocuencia, la dicha, la bufonería locuaz, las profusiones de un estilo visual y sonoro, y por encima de todo la seguridad técnica, hacen del Sr. Catulle Mendès un igual al Banville de las Odes y al Gautier de los Critiques, tanto en las novelas como en los poemas.
SAINT-GEORGES DE BOUHÉLIER. Émile Zola El Sr.
Catulle Mendès es una figura literaria muy interesante. Durante los últimos años
del Imperio ha sido el centro del único grupo poético de relieve después de el
gran florecimiento de 1850. Yo no le concedo el título de maestro, ni el de jefe
de escuela. Se honra a sí mismo siendo el sencillo lugarteniente de los poetas,
sus mayores; se inclina como ferviente discípulo ante los señores Victor Hugo,
Leconte de Lisle, Théodore de Banville, y se ha esforzado ante todo por mantener
la disciplina entre esos jóvenes poetas que ha sabido reunir en torno a su
persona, desde hace casi quince años.
EMILE ZOLA Anatole France El Sr. Catulle Mendès es un voluptuoso; pero también y sobre todo es un místico. Si en ocasiones ha soplado en el oído de Ninon secretos que la propia Ninon desconocía y que la hicieron sonrojarse hata el delicado lobulo de sus orejas, él ha cantado en Héspérus la alegría de la renuncia y anunciado el Evangelie de l’Infance de Jésus. Si hay que buscar de un modo absoluto la figura de este poeta excelente en la iconografía cristiana, yo lo solucionaría todo eligiendo esta figura de las catacumbas donde se ve el Cristo transformado en Orfeo encantando a los animales con los sones de su lira. La lira mística y mágica solamente ha entregado todos sus secretos al Sr. Catulle Mendès. Él es poeta y siempre poeta, y cuando escribe novelas, es el Apolo en el mundo de Balzac.
ANATOLE FRANCE Paul Adam: «El talento
multidisciplinar de Catulle Mendès, su ciencia extraordinaria, su milagrosa
fecundidad, el conjunto de una obra gigantesca de cien rostros y su fuerza lo
designan como el príncipe de los literatos vivos. Posee el don de la variedad,
tan raro y tan característico del genio. La mayoría de los autores, habiendo
descubierto un tema para una novela, comedia o poema, lo repiten durante veinte
años y satisfacen de ese modo la rutina del gusto público con una fructuosa
docilidad. Hay que tener un gran valor y un amor desenfrenado a su arte para
resistirse a la tentación de repetir su gloria. Catulle Mendès tiene esa
valentía que la posteridad alabará. Si ha fijado en sus novelas costumbres
contemporáneas, en sus deliciosos poemas en prosa donde aparecen los más
inteligentes voluptuosidades de nuestras existencias, toda el alma del ser
moderno, ha vuelto a leer en sus magníficos dramas el tiempo presente en las
épocas pasadas... PAUL ADAM. Paul Hervieu Hay que tener en las venas la más pura sangre literaria para engendrar Zo’har o Grande Maguet o la Femme Enfant, ambas del admirable poeta que es el Sr. Catulle Mendès.
PAUL HERVIEU Guy de Maupassant A propósito de Poésies de Catulle Mendès: Es tan raro encontrar (como este) un libro que guste porque se encuentra todo lo que nos agrada, y la forma y el pensamiento, y todas esas preocupaciones de artista que muchos poetas ni siquiera sospechan. GUY DE
MAUPASSANT. ... El poeta de intenciones misteriosas, hermano de Edgar Poe y de Marivaux, complicado como nadie y cuya pluma, componga los versos que componga, escriba en prosa lo que escriba, es ligero y cambiante hasta el infinito.
GUY DE MAUPASSANT Verlaine He recibido
anteayer los tres volúmenes de vuestras Poésies completes, y acabo de
volverlas a leer. Ya conocía la mayoría de esos bellos versos..., pero ¡qué
placer sin par volver a encontrarme con ellos de nuevo! En cuanto a aquellos,
muy raros, de los que no conocía todavía su existencia, y que datan de épocas en
las que yo estaba ausente de Francia y de toda literatura, los he devorado y
vuelto a devorar a bocados: ¡tan grande es esa delicia!
PAUL VERLAINE.
|