Descendiente de una familia de judíos portugueses (algún autor llega a afirmar
que sus padres eran de esta nacionalidad), Catulle Mendès nace el 22 de
mayo de 1841 en Burdeos. Algún otro autor, como Emilia Pardo Bazán, afirma que
desciende de judíos españoles, pero esta hipótesis es menos plausible. Tras una infancia y una adolescencia en Toulouse, llega
a París en 1859 y enseguida se convierte en uno de los protegidos de Théophile
Gautier. Se da a conocer desde 1860 al fundar la Revue Fantaisiste en la
que colabora especialmente Villiers de L'Isle Adam. En 1863 publica su primera
antología de poemas, Philoméla. Como consecuencia de un viaje a Alemania
que lo deja fascinado, Catulle Mendès se alinea con ardor en el campo de los
defensores del compositor Richard Wagner.
Pronto se une al grupo de escritores que se reune
en casa de Leconte de Lisle: François Coppée, Léon Dierx y José María de Heredia
o Théodore de Banville especialmente son asiduos. Ha nacido El Parnaso, del que
Catulle Mendès será su historiador publicando más tarde La Légende du
Parnasse contemporain. Participa activamente a este respecto en la revista
colectiva Le Parnasse contemporain.
Mendés se casó con Judith Gautier, hija de Théophile Gautier, en 1866. El matrimonio no
duraría mucho. Hacia 1869 Mendès se
irá a vivir con la compositora Augusta Holmès. Esta pareja tendrá cinco hijos
antes de separarse en 1886, tres de sus hijas son además el tema del famoso
cuadro de Auguste Renoir, las hijas de Catulle Mendès, actualmente en posesión
del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Mendés se casará a continuación
con la poetisa Jeanne Nette, que será su última compañera y que firmará sus
obras bajo el nombre de Madame Catulle Mendès.
Admirador a ultranza de Sarah Bernhardt, defiende
a ésta con motivo de las críticas recibidas por la audaz versión de Hamlet
que la actriz representa en Paris en 1899. Fruto de la discusión que se entabla
tras el final de la representación, es el duelo que mantiene con el crítico
teatral George Vanor. Mendès ya se había batido en un lance de honor dos años
atrás con el escritor y crítico Lugné-Poe por un artículo que éste último había
escrito en La Presse y que Mendès consideró ofensivo. En ambos
enfrentamientos salió herido, aunque en el último se temió por su vida debido a
la herida que Vanor le había infligido en el vientre.
Fue un inveterado mujeriego, y se le atribuyen varias
anécdotas con mujeres, no en vano la mayoría de sus lectores eran del sexo
femenino y tenía un gran número de admiradoras.
El cuerpo sin vida de Catulle Mendès fue
descubierto el 7 de febrero de 1909 en el túnel de la línea ferroviaria cerca de
Saint-Germain-en-Laye, y aunque algunos biógrafos opinan que se suicidó, todo
parece apuntar a que se trató de un accidente ya que se cree que abrió la
portezuela de su vagón creyendo haber llegado a su destino y cayó a la vía,
siendo atropellado por el tren una vez que éste reanudó la marcha (Para más
información sobre este accidente hacer click
aquí).
Su muerte produjo gran conmoción en los
cenáculos culturales parisinos y sus exequias fueron muy concurridas, siendo
enterrado en el cementerio parisino de Montparnasse.
Su obra es muy abundante, aunque en general ha
caído hoy en el olvido. Está considerado como el representante de un estilismo
fin de siglo, utilizando, no sin cierto preciosismo, un vocabulario rebuscado y
brillante. Los críticos de la época le reprochan ya una cierta superficialidad y
una manera bastante visible de seguir la moda al uso. Su poesía, con un perfume
decadente, era muy apreciada por Verlaine. Es igualmente autor de cortos relatos
eróticos. Sin cuestionar su innegable talento y capacidad para el trabajo, fue
tildado en más de una ocasión como el «maestro del
símil» por su capacidad para imitar los estilos de muchos de sus contemporáneos,
negándosele un estilo estrictamente personal.
Entre otras anécdotas se cuenta que fue Catulle
Mendès quién presentó el ocultisata Eliphas Lévi a Victor Hugo e intentó enrolar
a Guy de Maupassant en una logia masónica.
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