Principal
Bibliografía
Publicaciones
Relación cuentos
Sinopsis cuentos
Novelas
Teatro
Crónicas
Poesía
Correspondencia
Textos íntegros
Obras sobre M.
El naturalismo
Opina él
Opinan otros
Álbum de fotos
Hemeroteca
Esther Benítez
Taller literario
Cine
Miscelánea
Grabados
Los Litzelmann
Cronología
Geografía
Estadísticas
Veladas de Médan
Textos completos
Descargas
Novedades
Enlaces
Mapa del sitio
¿Dónde está M.?
Webmaster
I.E.S. Xunqueira I

© José Ramos

       

La señorita Perla, el Horla y otros cuentos

     Antología publicada en Santiago de Chile que amablemente me remitió D. Marcos P. Concha, colaborador de este sitio web.  Contiene los relatos que se reproducen a continuación. Es un significativo paseo por la narrativa corta de Maupassant, toda vez que abarca prácticamente toda la temática desarrollada por nuestro autor a lo largo de sus numerosos cuentos: el amor exaltado, los seres marginales y desgraciados, el miedo, la locura, la mediocridad de la burguesía, la ignorancia y barbarie del campesino, el mar, el río, la caza; solamente falta algún cuento relacionado con la guerra, otro tema recurrente de Maupassant que se echa de menos en este libro.

NOTA.- Los textos desde aquí vinculados, son producto de otras traducciones, independientes de las contenidas en el libro citado, por respeto a los legítimos derechos de traducción. Han sido  realizadas especialmente para este sitio o bien establecidas a modo de enlaces, en ventanas independientes, a otras páginas web ajenas a este trabajo.

  

La señorita Perla .-La historia de un hombre y una mujer que mantuvieron oculto su amor durante cuarenta años.
  

El Horla.- Un ente, venido de otro plano existencial, se introduce en su vida y en su persona. Lo posee, hasta el extremo de arrastrarlo a la locura. Nadie le cree, pero él sabe que está ahí y pretende destruirlo desesperadamente sin conseguirlo.    

Amor (Subt.:Tres páginas del diario de un cazador).-En una fría jornada de caza, un joven cazador es testigo de una demostración de "amor" que lo conmueve profundamente.

En el mar.-Un marinero pierde un brazo en un accidente mientras pesca. Su extremidad amputada será objeto de múltiples atenciones.     

El aderezo (más conocido por "El Collar").-Ella era un mujer a la que la naturaleza  había dotado para ser bella y admirada. Cierto día, en una noche embriagada de felicidad, pierde un collar que una amiga le prestó para el evento. A partir de ese momento su vida queda hipotecada con un único objetivo: poder pagar la pérdida de la joya.  

El pozo.-El matrimonio Renard acude todos los fines de semana a pescar al mismo punto del río: un pozo que les brinda abundante pesca. La presencia de unos intrusos en el lugar que consideran suyo, provoca una disputa que finalizará en tragedia.

La noche.-Amaba la noche hasta el paroxismo. Se sumergió tanto en ella que su cordura sucumbió al misterio y la soledad que la envuelve.

En el río.-Un remero no puede mover su barca ya que el ancla se ha enganchado. La imposibilidad de levar el ancla lo obliga a pasar toda la noche en el río presa de unos miedos irracionales. Cuando despunta el día es ayudado por otros marineros y su pánico nocturno se justifica ante la sorpresa que les depara el objeto que trababa el ancla.     

El bicho del compadre Belhomme.- Belhome es un campesino que ha tenido la desgracia de que un "bicho" le ha entrado por el conducto auditivo produciéndole unas molestias tales que se ve obligado a tomar la diligencia para que el doctor del pueblo le libere de su tortura.

El miedo.-  Dos cuentos de fantasmas en este relato donde se pretende definir el miedo como la sensación surgida de una situación sobrenatural.     

Cantó un gallo.-Vicisitudes del barón de Croissard para conseguir los favores de su amada, una mujer casada que se hace de rogar en exceso.

  La tía Columpio ( Conocido bajo el título "Campanilla").-La tía Columpio, en un acto heroico de juventud por amor, sufre una minusvalía que marcará toda su posterior vida.

El albergue.-Dos hombres quedan aislados por las nieves de la montaña en un albergue durante tres meses. Al cabo de unos días, uno de ellos sale de caza y no vuelve. La soledad hace que el otro se vuelva loco de atar.