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El 5 de Agosto de 1850 nace René Albert Guy de Maupassant en el castillo de Miromesnil en el distrito de Tourville-sur-Arques, según la versión oficial. Algunos biógrafos albergan dudas al respecto, dado que es posible que sus padres inventaran esta localización porque ambos aspiraban a la gloria de una nobleza bastante dudosa, aunque algunos de ellos, como Henri Troyat o Nadine Satiat reafirman esta localización, pese a que el certificado de su defunción sitúa su nacimiento en Sotteville, cerca de Yvetot. El gran defensor de la tesis que defiende el nacimiento de Maupassant en Fécamp, es el biógrafo Georges Normandy, en su libro Guy de Maupassant. Su padre, Gustave Maupassant era descendiente de una familia lorenesa establecida en Normandía desde el siglo XVIII. Su esposa Laure Genevieve Le Poittevin, nació en Rouen en 1821. Ésta, hija de armadores, pertenecía a la alta burguesía normanda y era un tanto neurótica con grandes delirios de grandeza, hasta el extremo que no accedió a casarse con Gustave mientras no le fuese reconocido el "de" que precede al apellido Maupassant. Laure y su hermano Alfred habían sido amigos de infancia de Gustave Flaubert, hecho decisivo en la posterior andadura de Guy en el terreno literario. Laure se casó con Gustave Maupassant en 1846. Ambos provenían de familias acomodadas y vivían de las rentas de la herencia de él y la dote de ella. La infancia de Guy se desarrolló en un ambiente familiar presidido por la discordia entre un padre adúltero y una madre neurótica. Es posible incluso que el niño hubiese tenido la oportunidad de asistir a escenas de marcado carácter violento entre sus progenitores que lo marcarían de por vida. En 1856 nace Hervé y en 1962, ante lo insostenible de las relaciones conyugales, el matrimonio se separa "amistosamente" en 1862. Laure de Maupassant siempre luchó, en detrimento de Hervé, por conseguir que Guy fueran un hombre de éxito, lo que produjo en el hermano menor cierto complejo de inferioridad que lo convertiría en un muchacho indomable hasta su prematura muerte en un centro psiquiátrico (preludio de lo que le ocurriría a su vez a Guy). En 1859 y 1860, realizó sus estudios en el Liceo Napoleón, en el colegio eclesiástico de Yvetot, de donde fue expulsado al serle encontrada una poesía irreverente, y finalmente en el Liceo de Rouen, donde el joven Maupassant mantuvo una relación epistolar con Louis Bouilhet, gran amigo de Flaubert y a la sazón su primer maestro en las lides literarias. Estudios, vagabundeos y borracheras, lecturas y descubrimientos. La adolescencia del escritor estuvo conformada por estas fecundas contradicciones y por la presencia imperiosa de una madre que acababa de separarse del marido. Poco a poco, Flaubert representará en la imaginación del adolescente y más tarde, del escritor, el papel de padre. Fue precisamente este último quien, tras la muerte de Bouilhet, le corrigió las primeras poesías y los primeros cuentos enseñándole el arte de escribir. En el prólogo a su novela "Pedro y Juan", auténtico manifiesto de sus principios literarios, Maupassant describe como Flaubert lo estimula y aconseja. (si quiere leer dicho prólogo haga clic aquí). Lenguas maledicientes llegaron a afirmar que Flaubert era el padre biológico de Maupassant. (Ver el libro La ecuación Maupassant)
Maupassant fue llamado a las armas y hubo de participar en la guerra
franco-prusiana, aunque no llegó a estar en el frente. Tras su regreso a la vida civil, en 1872, trabajó como empleado en el
ministerio de Marina. La vida de oscuro funcionario y la atmósfera kafkiana del
ministerio le inspirarán una de sus obras maestras L'Heritage. Odiaba el
trabajo rutinario del Ministerio y repartía su tiempo libre entre la creación literaria
bajo la guía de Flaubert, amigo de su madre, y las excursiones a lo largo del
Sena en compañía de jovencitas fáciles y remeros. En este ambiente
fluvial llegó a tener un grupo de amigos con los que compartía su afición por
el remo y las muchachas. Esta vida inspiraría su relato "Mosca. Recuerdos
de un remero". Famoso por sus aventuras amorosas en las que nunca puso sentimiento, tan solo instinto animal, estaba orgulloso de sus conquistas y de su potencia sexual, llegando a presumir de que podía realizar el acto sexual diez veces seguidas en un lapso corto de tiempo. Amigo de prostitutas y a la vez de damas de alta sociedad, Maupassant frecuentó ambos mundos indistintamente. Su apetito sexual lo conducía a las primeras, mientras que el afán de destacar socialmente y cierto deleite intelectual lo dirigía a las reuniones de las otras. Sus cuentos contienen la fiel descripción de ambos mundos.
Su debut literario está ligado al relato
Bola de sebo (Boule de suif, 1880), aparecido en el volumen Las veladas de Médan
(Les soirées de Médan), especie de manifiesto del naturalismo, que reunía
cuentos sobre el tema de la guerra de 1870 escritos por varios escritores que
constituían el llamado grupo Médan, dirigido por Emile Zola y frecuentado por
J.-K. Huysmans, Paul Alexis, León Hennique y Henry Céard. Maupassant hizo alarde en él de su
talento de narrador gracias a una aguda capacidad de observación; fustigaba con
violencia satírica a pequeños y grandes burgueses, desenmascarados en su
bellaquería por la guerra; y presentaba con una dureza grotesca el penoso sacrificio
de una prostituta inmolada al pudor de las damas y a la oración de dos monjas. Así lo describe su amigo Frank Harris, otro erudito y licencioso caballero, cuando lo conoció en 1881: " Maupassant no parecía un hombre genial. Apenas de estatura media, era robustísimo y guapo; la frente alta y cuadrada, el perfil griego, la mandíbula fuerte y sin dureza, los ojos gris-azulados profundamente hundidos, el bigote y el pelo casi negros. Tenía modales perfectos, pero al primer momento parecía reservado y poco propenso a hablar de sí mismo o de sus obras..."
En 1881 vio la luz su primer volumen de relatos, La casa
Tellier (La maison Tellier), seguido por Mademoiselle Fifí (Mademoiselle
Fifi,
1882) y luego por novelas de gran éxito: Una vida (Une vie, 1883), delicada
trama narrativa centrada en un aspecto femenino de ascendencia flaubertiana,y
Bel Ami (1885), que explota el tema del arribismo social a través del
periodismo y las mujeres para condenar políticamente el mundo de las altas
finanzas especulador y colonialista. El éxito obtenido con sus primeras obras
le permitió no sólo vivir de la pluma, sino también poder realizar sus
sueños: el lujo, la inagotable actividad amatoria, los largos y solitarios
viajes por mar en su yate Bel Ami y el ingreso en la buena sociedad de
Cannes y de Paris, donde se ganó una fama de seductor inveterado. Curiosamente
estaba más orgulloso de sus empresas amorosas que de sus obras literarias:
"¿Quién puede prever si mis historias sobrevivirán? ¿Quién puede
saberlo? Hoy te consideran un gran hombre y la próxima generación te
tira al mar. La gloria es cuestión de suerte, una jugada a los dados, mientras
el amor es una sensación nueva arrancada a la nada". Con la publicación de Mademoiselle Fiif, Maupassant se convierte en el escritor de moda, lo que hoy llamaríamos un autor de best-sellers, y sus derechos de autor le proporcionan muy buenos ingresos, y, en el giro de unos años, una verdadera fortuna: tiene por esos años un piso en París -más un apartamento para encuentros clandestinos con mujeres-, una casa de campo en Etretat (La Guillette) y un par de residencias en la Costa Azul, amén de su yate Bel Ami. Son también años de frecuentes viajes -Italia, África, Inglaterra... En 1883 nace su primer hijo, Lucien (puede verse su foto en el álbum de familia) fruto de sus relaciones con Joséphine Litzelmann, una aguadora de los muchos balnearios que el escritor visitó. Guy tendría otros dos hijos con la joven, pero nunca quiso reconocerlos, aunque sentía por ellos mucho cariño y siempre se preocupó de atender a sus necesidades materiales. Hay biógrafos que curiosamente no mencionan este extremo. Hacia el final de su vida, la adulación de la aristocracia le confirió un ligero tinte de esnobismo y dice la leyenda que en el interior de su sombrero sus iniciales iban presididas por una corona de marqués y que ni siquiera tenía derecho a la preposición con la que hizo preceder siempre su apellido. Sus cartas tenían un membrete regio.
Su actividad literaria, por otra parte, no conoció desmayos. De 1887 es Mont-Oriol,
de 1888 Pierre et Jean, análisis psicológico de una pareja de hermanos
divididos repentinamente por una herencia y por el descubrimiento de su origen
adúltero. En 1889 apareció Fuerte como la muerte. Mientras tanto se
había ido sucediendo una ininterrumpida producción de relatos, en la que
brilla mejor la perspicacia estilística de Maupassant (aparte de las recopilaciones
citadas, merecen ser recordadas: Miss Harriet, 1884; Las hermanas
Rondoli, 1884; Claro de luna, 1884; Tonio, 1885; Cuentos
del día y de la noche, 1885; Monsierur Parent; 1886; El horla,
1887; La mano izquierda, 1889 Nuestro corazón, 1890. La noche del 1 de enero de 1892, intentó por tres veces abrirse la garganta con un cortaplumas de metal, tras otro intento previo de suicidio disparándose con su revólver. Sus amigos y el fiel Françoise Tassart, lo trasladaron a París; allí fue internado el 7 de enero en la clínica del doctor Blanche, donde moriría al cabo de dieciocho meses -el 6 de julio de 1893-, periodo que transcurrió en una inconsciencia casi total, aunque con periódicas crisis violentas que obligaban a los enfermeros a ponerle la camisa de fuerza, padeciendo de fuertes delirios, ora de grandeza, ora de persecución. Llegó incluso a gritar: "Soy hijo de Dios. Mi madre se acostó con Cristo"... Su funeral, en el que sus padres no estuvieron presentes, se celebró bajo un calor sofocante que no impidió que un emocionado Zola diera un breve discurso en su honor. Hoy puede visitarse su sobria tumba en el cementerio de Montparnasse Sud, en París.
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Tanto el certificado
nacimiento y de defunción, como una
crónica de la ceremonia del entierro pueden leerse haciendo clic aquí |